Es cada vez más común que las personas no sigan una misma carrera o profesión a lo largo de toda su vida. Son muchas las personas que combinan dos (o más) actividades profesionales, ya sea para tener una fuente de ingresos más estable o elevada, o bien para tener un mayor nivel de satisfacción al tener distintas actividades. En inglés, a estas personas con distintos empleos se les denomina slashers (por la barra diagonal / que se escribe entre las dos profesiones desempeñadas), por ejemplo “profesor/escritor”, “redactor freelance/traductor”, etcétera.
En este mundo de personas que se dedican a distintas cosas a la vez, una de las actividades que se propaga con mayor velocidad es el emprender un negocio propio. Ya sea que la idea de vender algo venga de un pasatiempo o hobbie (por ejemplo, quien tiene un huerto y empieza a vender semillas), o de una formación profesional no ejercida (por ejemplo, una persona que estudió diseño pero trabaja en administración y empieza a vender lápices, pinceles y útiles especializados para diseñadores). También es posible que esta idea de tener una tienda (sobre todo una online) nazca casi del azar, por tener un encuentro afortunado de un producto novedoso y que creemos que puede tener un buen mercado.
La cuestión es que ya hay muchas tiendas online. Si no pensamos como potenciales vendedores, sino como compradores, nos percataremos de que en el mercado virtual ya existen muchísimos productos, algunos extrañísimos, otros novedosos e interesantes.
Empezar nuestro emprendimiento, buscar nuestro nicho de mercado y después alcanzarlo para realmente vender nuestro producto puede ser una tarea compleja, sobre todo si vemos que hay gigantes en la web que parecen tener todo bajo su control. Google, Facebook, Amazon… estos grandes de internet tienen no uno, sino varios ases bajo la manga y presenciar su gran presencia puede ser intimidante para un pequeño emprendedor.
Sin embargo, conocer el funcionamiento del mayor buscador que prácticamente dictamina el funcionamiento de la web, de las redes sociales e incluso aprender a vender en Amazon, pueden ser no sólo elementos de conocimiento interesantes, sino auténticas claves para poder triunfar con un emprendimiento web.
Sin importar cómo hayamos llegado a la idea de crear una tienda online, lo mejor es que no tengamos miedo de los gigantes de internet, sino que aprendamos de ellos y nos valgamos de sus herramientas de la mejor forma posible (por supuesto, sin pecar de inocentes) para llevar clientes y conversiones a nuestra tienda web.
Aprender cómo funciona Google nos llevará a entender el SEO (la mejor forma de optimizar nuestro sitio para que quien busca lo que vendemos nos encuentre) y nos permitirá valorar las opciones personalizadas de publicidad pagada que ofrece este buscador casi omnipresente. Reconocer el valor de Facebook y otras redes sociales nos permitirá valernos de ellas para una estrategia de comunicación continua, cálida y amable con nuestro público y nuestros potenciales clientes. Apreciar el papel de Amazon o EBay como espacios de venta, conocer los pros y contras de usar estos grandes escaparates y no pecar de inocencia y dejarnos “comer” por los gigantes, sino simplemente utilizarlos como ayuda en nuestra estrategia de venta online.
La herramienta esencial para utilizar en lugar de ser utilizados simplemente por estas grandes corporaciones de la web es el conocimiento. Leer mucho al empezar nuestro negocio, prepararnos, investigar y conocer son elementos claves para triunfar en este complejo mundo lleno de personas multitasking, de grandes empresas y de una presencia constante de internet.