Una de las empresas más exitosas en todo el mundo es Google; sus oficinas se han vuelto como la leyenda urbana de los lugares de trabajo; entre mesas de billar, pequeñas salas de cine, camas y hamacas y cafés y restaurantes dentro de las instalaciones que les dan todo lo que necesiten para trabajar bien se fraguan día a día las estrategias para mantenerse en los primeros lugares de las empresas más exitosas y los expertos no dudan en reconocer que aparte de tener cursos de capacitación empresarial a manera de inducción para los nuevos empleados, nunca se les limita el acceso a su propia creatividad y relajación.
Es muy común ver en las empresas a cientos de empleados con el famoso síndrome burnout, que es aquella situación en la que un trabajador se encuentra tan lleno de trabajo y con tan poco tiempo para sentarse a pensar tranquilamente en lo que está haciendo que suele tener errores o enfermarse mucho pues se le permite poco ser un humano y se le pide mucho ser una especie de máquina sin descanso. En gran parte de estas empresas los talleres de creatividad les parecen un desperdicio de tiempo a pesar de conocer las estadísticas y funcionamiento de las empresas que ayudan a sus empleados a sentirse bien en su ambiente de trabajo.
Aprender como empleador, que los trabajadores pueden tener errores después de llevar varias horas de trabajar sin parar es algo que todos deberían saber y entender, sin embargo debido a la presión de otras empresas y la economía mundial se ha priorizado el resultado ignorando las maneras de obtenerlo.
Estar día a día en un ambiente de trabajo hostil no solamente afecta al empleado ya que un equipo que no se encuentra cohesionado difícilmente va a trabajar viendo hacia un objetivo en común, sino que las visiones se dividen, cada quien jala hacia el lado que más le conviene en vez de jalar hacia arriba todos juntos.
Hay personas que tienen la idea de que la creatividad no es para desarrollarse en el lugar de trabajo o quienes dicen no ser personas creativas; a estas personas, ayudarles a descubrir su lado creativo es un gran apoyo, pues se dan cuenta que a veces todo el estrés que puede llegar a provocar la jornada laboral, puede descargarse en forma de alguna creación. Cuando una empresa les otorga a sus empleados el derecho que tienen de utilizar su creatividad ya sea en un taller o dentro de las mismas instalaciones, les está dando la oportunidad de buscar más de una manera de resolver los problemas que se le presentan, lo que evidentemente ayuda también a los trabajadores.
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