para lo que tú creas y quieras crear.
Tu Poder es el creador de tu realidad. Lo uses más o menos,
estarás más o menos conforme con ella. Y contigo. Porque hay un placer doble
en ejercer tu poder personal: concretas lo que deseas y te sientes plenamente
dueño de tus actos.
Lo ves y lo haces. En dominio de tu Poder, eres consciente
que no hay límites sino momentos para que las cosas ocurran. Lo imposible será,
desde este instante, algo que aún no intentaste o algo cuyo tiempo todavía no es.
Depende de tu mirada.
Tu Poder es la muerte de la víctima que has llevado dentro hasta hoy.
Decides qué hacer con lo que te pasa y no te rindes ante su oferta.
No «tienes que» ni «debes» hacer lo que otros han decidido por ti.
Eres el líder de tu propio equipo y todos, ahora, te respetan y reconocen.
No porque lo digas imperativamente, sino porque lo transmites y ellos,
el mundo, lo percibe. No se trata de la autoproclama de un loco lindo. Nada de eso.
Es la presencia de tu persona en un escenario donde habitan personajes.
Es tu fuerza natural pulseando con un mundo de formas precarias,
acostumbrado a ejercer un poder sin mayor oposición. Así es fácil. O lo fue hasta hoy.
Tú lideras tu vida cuando asumes tu Poder. Le puedes llamar auto-liderazgo,
porque es eso. Eres tu propio líder. Te reconoces por el poder que te transmites.
Qué sucede con un líder?. Por qué lo es?.
Un líder es quien sintetiza una visión compartida por muchos.
Lo que para esos muchos es un lugar ideal de encuentro,
el líder se los representa con palabras y gestos accesibles y concretos.
Ve la idea en el fenómeno bruto, la expone y se encamina hacia ella con determinación,
movilizado por su creencia y por el compromiso que toma.
Su fe contagia a través de una comunicación ágil, multicanal,
pero a la vez directa y precisa. Fascina, enamora con su ejemplo.
En su validación original hay proyecciones de un complejo virtuoso, donde se funden
coraje, enfoque, honestidad, flexibilidad, solidaridad, emotividad,
consciencia temporal, épica y, por sobre todo eso,
presencia anímica.
Tomar decisiones es un riesgo. No tomarlas también lo es. Un líder se define
por el nivel de riesgo que está dispuesto a tomar, pero no inconscientemente.
Te pido que reemplaces en la caracterización del líder a los «muchos»
por «tú mismo». Y revises cómo es la relación entre tú, líder, y tú, liderado…
Te parece una tontera como queda?. Bueno, lo es si lo tomas literalmente.
Te pido, por favor, una lectura con tu mirada y no con tus ojos.
A quién otro has de seguir, que represente mejor que tú, tus propios deseos y visiones?.
Quién es más consciente que tú de tus momentos?.
Quién puede gestionar más eficazmente tus emociones en cada momento?.
Por qué has de delegar lo que quieres comunicar?.
Así como no prestarías tu novia/o a otro/a para que la/o enamore,
por qué razón cederías tus decisiones, si son enteramente tuyas,
como no lo es tu novia/o?.
Quién defendería con más valentía y romanticismo tus intereses más íntimos?.
Hay alguien más honesto que tú, contigo?.
Tomarías por otro más riesgos que por ti?.
Otro lo haría con tu caso?.
A quién escuchas más todo el día, todos los días?.
A quién respondes más todo el día, todos los días?.
Quién disfrutaría más de tus logros?. Quién se beneficiaría más?.
Sabes lo que hay detrás de tu auto-liderazgo?. Otros similares,
en otros tantos cuerpos. Que van a verte y animarse. Imaginas lo que significa eso?.
Más gente con más poder personal. Menos personajes.
Más sinceridad en las relaciones y, allí nomás, más paz social y más justicia.
Estás sintiendo el Poder recorriendo tu cuerpo, ahora?.