Tu negocio no te va a fallar, tú eres el que le falló…
Tu negocio pulió tu talento, te dio un sentido de propósito al permitirte servir de una manera más profunda y desarrollar nuevas habilidades, pero envenenaste ese propósito con un enfoque meramente comercial; dejaste de amarlo porque amaste más el dinero, dejaste de soñar porque mejor creaste expectativas realistas, dejaste de ayudar porque eso no es rentable y pasaste solo a cobrar, dejaste de verte cómo el mejor porque hay mucha competencia y no tuviste suerte o recursos, te comparaste con otros y empezaste arrinconarte en la sombra; mientras tanto, tu negocio está allí, esperando a ver esa actitud con la que comenzaste, con la que soñaron juntos, donde te veía como el mejor, lo lastimaste al ver «otras opciones» porque tu negocio no deja; amig@, tu negocio sigue teniendo Fe en ti, quiere verte crecer, verte ganar porque tu negocio es tu reflejo, ese soñador sigue allí, ahora moribundo y con pocas fuerzas te viene a entregar una última ayuda para que retomes ese vínculo y se llama Internet, donde puedes volver a soñar, es ese antídoto de la depresión, ignorancia y regresar al mundo de la posibilidad.
Deja de ver más opciones y enfócate en digitalizar tu negocio, tu pasión, no tengas miedo en evolucionarlo, transformarlo, más no dejarlo. E Internet y las redes sociales son esa vitamina que te volverá a conectar con tu pasión y verás como ese negocio te dará en sobre abundancia.
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