Cada vez somos más los que buscamos las ventajas de la oficina en nuestra propia casa pero nos resulta completamente imposible llevar a cabo esta opción por los motivos que todos conocemos como la falta de recursos, imposibilidad de realizar en casa, negativa de nuestros jefes a poder plantearlo y posiblemente reducción del salario al no mantener el control habitual que se ejerce sobre nosotros en la oficina.
Por extraño que parezca, ya existen miles de puestos de trabajo que se desarrollan en las viviendas y están 100% remunerados y aceptados. La mayoría pertenecen a valientes emprendedores que han montado su negocio pero también existen puestos designados por empresas con oficina física que optan por crear puestos de trabajo que no requieren de presencia alguna.
Es cierto que no todas las profesiones se pueden desarrollar en casa pero, ¿Por qué no lo intentamos con otra? Todos hemos deseado ser nuestro propio jefe, organizar nuestro volumen de trabajo y determinar que opciones son más ventajosas para el interés de la empresa. Todo esto es posible si nos armamos de valor y documentamos sobre aquello que nos interesa, posiblemente tengamos una oportunidad de desarrollarlo desde casa.
Empecemos por el principio: Antes de actuar y comprometer nuestra estabilidad laboral actual, tendremos que realizarnos una autoevaluación para conocer cuáles son nuestras prioridades, necesidades y habilidades. Después analizaremos el mercado para averiguar si realmente el servicio que deseamos crear resulta útil y buscaremos aquellas empresas punteras del sector que realicen este tipo de actividad, en ellas podremos ofrecer nuestros servicios y tener suerte para empezar a trabajar desde casa.
Si por el contrario no hemos encontrado nuestro puesto de trabajo en ninguna de estas empresas, seguimos teniendo todo a nuestro favor como para emprender un nuevo ciclo en nuestra vida: animarte a iniciar tu propio negocio. ¿Y por qué no? Todos somos capaces de desarrollar y hacer madurar una idea. Tú tan solo tendrás que ponerla en práctica e invertir el tiempo necesario como para poderla implantar en Internet, el medio más potente que existe en la actualidad.
No tendrás barreras, y desde tu casa podrás organizar una pequeña empresa sin ningún tipo de problema. Serás tú quien decida tus horarios de trabajo y servicios que ofrecer. Eso si, debes comprometerte con el trabajo y asumir que se trata como cualquier otro al que deberías de acudir a la oficina. ¿Te apetece emprender?