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¿Tienes un negocio profesional? 3 Formas de ganar más, trabajando menos

¿Tienes un negocio profesional y te gustaría encontrar la forma de optimizarlo y potenciarlo para poder ganar más, trabajando menos?…

Soy Gabriela Turiano y me dedico a ayudar a empresarias establecidas a maximizar y escalar su negocio. Y antes de compartirte este artículo quiero que lo tengas bien en claro… yo quiero ganar más, trabajando menos. ¿Y tú?

Porque si no es tu idea, ni pierdas el tiempo leyendo esto, ¿Ok?

Digo, estoy segura que no es que quieres “trabajar mucho y ganar poco”. Nadie en su sano juicio querría eso. Pero puede que ya estés bien con los ingresos que generas en tu empresa y también estés conforme con el tiempo que trabajas. Has llegado a un buen equilibrio. Entonces… ¿Para qué cambiar?

Ahora, si quieres aprender cómo sacarle el máximo provecho a lo que haces para poder ganar más, entonces sí vale la pena aprender algo nuevo y cambiar parte de lo que estás haciendo. ¿Estamos de acuerdo?

Otra posibilidad es que estés conforme con cómo estas hoy, pero sabes que quieres crecer y no hay chance de que lo logres como lo vienes haciendo hasta ahora, sin trabajar más y más. Entonces, maximizar empieza a tener otro color.

También aplica si estás feliz con lo que ganas hoy pero quieres definitivamente trabajar menos (porque te quieres dedicar más a tu familia, quieres tener tiempo para otro proyecto personal o simplemente para disfrutar un poco más de la vida).

De hecho, esta es la situación que a mí me identificó más cuando comencé todo este cambio de mentalidad (primero) y de acción y transformación de mi empresa (después…). Yo estaba súper conforme con los ingresos que generaba mes a mes, con el negocio tal y como lo tenía planteado. Pero quería trabajar menos, dedicarme más a mi familia y mejorar aún más mi calidad de vida. Claro, sin perder el control de mi negocio, sin dejar de crecer y sin impactar mi cuenta de resultados!!

Así descubrí el concepto de maximizar dentro de la empresa y hoy lo que quiero es muy brevemente explicarte qué 3 formas sencillas pero vitales y críticas en este proceso de maximizar y que te pueden ayudar a ganar más, trabajando menos. ¿Vamos?

En primer lugar, optimizar la performance de tus campañas de marketing

¿Cuánto inviertes en tus campañas de marketing? ¿Cuánto tiempo? ¿Cuánto dinero? ¿Cuántos clientes logras con cada una de ellas?

Si el concepto “campañas de marketing” suena demasiado grande para ti, simplemente piensa cuánto tiempo y cuánto dinero invertiste la última vez que te promocionaste a ti, o a alguno de tus servicios.

¿Una clase en la cámara de la industria? ¿Un artículo o un paper en una revista especializada? ¿Publicidad por email? ¿Algo en las redes sociales? ¿Un podcast? ¿Un video? ¿Un evento de networking?

Todo cuenta.

Sea lo que haya sido, tienes que empezar a medir y luego analizar qué “variables” puedes mover para mejorar ese número que has medido.

Por ejemplo, hace poquitas semanas estuvimos revisando con una de mis clientas la efectividad de sus acciones de marketing continuo (es decir aquellas que hace cada mes para generar potenciales clientes y seguidores, que no están directamente vinculadas con el lanzamiento particular de uno de sus servicios).

Había mucha incertidumbre en qué era lo que funcionaba y lo que no, y el problema es que ella se veía muy abrumada por tener que hacer tantas de estas acciones (cada vez con menos tiempo).

Convenimos en que se comprometería a hacer las 3 que más resultados le generaban, y descartar las otras. Juntas hicimos una auditoría y evaluamos cada una de esas acciones para quedarse con ese top 3. Con esto logró maximizar su tiempo e invertirlo en lo que verdaderamente le daba resultados. Además, logró cambios significativos en la cantidad de personas que llegaban a ella cada semana (claramente porque se enfocó y se comprometió con lo que más resultados le aportaba, y dejó de lado lo que la abrumaba sin resultados). Pero lo mejor de todo, es que una de las estrategias que eliminó era la que más inversión económica le estaba generando…

Una vez que tuvo su TOP3, trabajamos en optimizarlas para mejorar su performance y lograr aún mejores resultados.

¿Sabes exactamente qué estrategia te funciona y cuál no? ¿Sabes cuál es tu TOP3 de estrategias? ¿Sabes cómo optimizar esas estrategias para mejorar aún más sus resultados? Si no lo sabes, estás yendo a ciegas en una autopista, ¿Qué te parece eso?

En segundo lugar, automatiza algunos de tus procesos para que funcionen en piloto automático

Es increíble la cantidad de tiempo que puedes perder cada día en acciones repetitivas una y otra vez. Y muchas veces tampoco te das cuenta el impacto que tiene hacer las cosas “a mano”.

También hace relativamente poco, hablaba con una clienta de sus procesos de captación de potenciales clientes y como no estaba conforme con los resultados, estábamos analizándolo para optimizarlo.

Lo que sí le estaba funcionando bien, era el “piloto automático” por el cual un suscriptor (alguien que la conoce, la sigue, le gusta lo que hace) se convierte en un potencial cliente (alguien que quiere saber más de cómo es posible trabajar con ella).

Pero nunca llegaba a hablar con estas personas (lo cual era imprescindible para convertirlas en clientes).

¿Qué sucedía en el medio? ¿Por qué se perdían estas personas? Y la respuesta era sencilla: procesos manuales. Dos en particular: información de ida y vuelta (que ambas partes necesitaban antes de la llamada en cuestión) y la bendita coordinación de agenda (más complicado de lo que te imaginas…)

No importa qué tan rápida seas para contestar el correo o para brindar información extra, o qué tan amplia sea tu agenda. Un proceso automatizado para la captación de potenciales clientes no sólo actúa instantáneamente (reduciendo tu tarea  manual y además dejándote como súper profesional) sino que aprovecha el vigor emocional de tu potencial cliente. ¿No te pasa que a veces estás re entusiasmada con algo y a la semana próxima entre tanto trabajo y tantos pendientes ya le pierdes el rastro? A tu potencial cliente también…

Finalmente, delega pequeñas partes de la operación de tu empresa

No hace falta que contrates una asistente full time ni que consigas un equipo de trabajo (si no quieres). No hace falta que estés consolidada y establecida en el mercado, puedes hacerlo desde que comienzas. Hoy puedes acceder a excelente profesionales por pequeñas inversiones puntuales que pueden ayudarte con tu agenda, tus presentaciones, tus redes sociales, tu calendario editorial, y la lista es infinita.

Siempre cuento esto y la historia es un poco vieja, pero es que quiero que sepas que puedes hacerlo en cualquier momento de tu negocio. Cuando yo delegué en mi empresa propia por primera vez no lo hice porque no tenía tiempo, o estaba tapada de clientes. Todavía tenía un poco de margen pero sentía que si quería crecer, tenía que dar un salto, aunque sea súper pequeño. Así que empecé por estas tareas en las que yo no sentía que daba un valor agregado.

Y mi sorpresa fue mayor porque no sólo sentía una liberación día a día por no tener que hacer esas tareas que se habían convertido en parte de mi rutina, sino que mejoraron mis resultados! Concretamente la rueda empezó a girar con más velocidad y logré más suscriptores y más prospectos [como verás, algo que también hice desde el comienzo es medir!]. Cuando busqué la razón principal me di cuenta de la realidad: como no me gustaban tanto estas tareas, las iba postergando y procrastinando sin darme cuenta del impacto que tenían. Cuando alguien tomó el toro por las astas y le dio continuidad y más consistencia a mis acciones, ahí estuvieron más aún mis resultados.

Aclaración: delegar no es “sacarse de encima tareas” J La clave está en delegar a la persona correcta (básicamente que lo haga mejor que una misma!), acciones ya optimizadas (sino este resultado no lo hubiera obtenido).

¿Te animas a poner en práctica estas estrategias? ¿Cuál otra estrategia consideras efectiva para aumentar nuestra productividad? ¡Deja tus comentarios y aportes acerca del tema!

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