Al leer el artículo «El dueño de Todo» publicado en la revista Dinero en el que presentan un prontuario pero de la inmensa riqueza que posee el príncipe Saudí Alwaleed bin Tala, no sólo quede sorprendido de la riqueza tan inmensa que puede tener un hombre, sino que vino a mi mente algunos pasajes de la biblia que refieren que tener una gran fortuna puede ser signo de la bendición de Dios, como el siguiente:
Salmo 112.2-3
2 Su descendencia será poderosa en la tierra; la generación de los rectos será bendita. 3 Bienes y riquezas hay en su casa, y su justicia permanece para siempre.
A lo que me he preguntado ¿Es así entonces que un hombre puede tener tanto éxito y riqueza?
Muchos podrán responder, es que es un príncipe y como tal ha heredado su riqueza. Pues yo creo que además deberá tener visión, emprendimiento, educación y enfoque y mucha otras virtudes Pero sobre todo pienso que tiene una gran bendición.
Ser dueño de todo es la más grande definición de éxito desde el punto de vista de la riqueza material. Sino que lo diga la extensa relación de sus inversiones y propiedades a favor de Alwaleed.
Para mí esto más que curioso es un tema de emprendimiento y de liderazgo de un hombre de grandes ligas. Si no veamos su primer gran emprendimiento al que se refiere el artículo. “Al terminar su carrera en la Universidad de Syracusa en Nueva York decidió que el mundo de los negocios sería su ruta. Sus primeros emprendimientos fueron la construcción y desarrollos inmobiliarios, que le han permitido crear un imperio de negocios.
Su gran ojo para los negocios es legendario. Una de las inversiones que impulsaron su fortuna fue la compra de acciones de un paquete de acciones del Citibank, por US$500 millones.
Alwaleed bin Tala cuenta con una fortuna cercana a los US$20.000 millones, es dueño de más de un centenar de compañías en el mundo.
Adaptado de El dueño de todo | Revista Dinero
Ricardo Torres G.
Creador de Cómo Crear Empresa