No es secreto para nadie que la economía de la sociedad de Colombia y de la región andina han pasado por profundos cambios en los últimos 18 meses. La pandemia y sus consecuencias tuvieron un gran impacto en todos los niveles, pero sobre todo requirió una transformación en la forma en que las industrias y empresas de todos los tamaños ven la tecnología corporativa y se relacionan con sus consumidores.
En este escenario, contar con un socio tecnológico que tenga robustez y seguridad financiera puede ser un importante diferencial para considerar, especialmente en un mercado como el andino, que es muy fragmentado y aún vive las fases iniciales de transformación digital.
Pero, ¿Cómo esta solidez ayuda a una empresa local? Un buen ejemplo, visto ampliamente durante la pandemia, es la posibilidad de “ayuda” financiera. Un socio tecnológico de gran porte tiene la capacidad de ceder en algunos puntos de una negociación con el cliente o extender los plazos de pago sin comprometer las entregas necesarias y su operación.
Además, un proveedor robusto brinda la tranquilidad de que no desaparecerá del mercado y dejará a la empresa desatendida, sin soporte ni actualizaciones a los sistemas que se ofrecen. Puede no parecer, pero este es uno de los mayores problemas que reportan los empresarios de la región. Toda la inversión realizada se acaba perdiendo.
Una compañía tecnológica de gran porte también tiene el diferencial de poder seguir el ritmo de crecimiento de las pequeñas y medianas empresas. Además de ofrecer soporte en tiempos de dificultades financieras, tiene toda la capacidad para brindar soluciones completas para el negocio más allá de ERP y back office, con sistemas de business performance para producción, logística, ventas e incluso inteligencia artificial. Todo con un solo proveedor e integración completa.
Otra ventaja de tener un socio sólido es un servicio de soporte mucho más dedicado y especializado. Se trata de empresas que cuentan con amplios y diversos equipos de atención al cliente, que brindan respuestas y resolución de problemas rápidamente, y, profesionales especializados, con conocimiento profundo y específico para cada tipo de solicitud.
Esta situación, siendo el proveedor un verdadero aliado tecnológico, que está al lado en todas las situaciones, aporta más seguridad y garantías a las empresas en su proceso de implementación o expansión de la transformación digital. El emprendedor supera una de las principales barreras de la inversión en tecnología, que es el recelo de direccionar una parte importante de su presupuesto a soluciones de gestión.
Por todo ello, cuando la empresa andina cuenta con un socio sólido y robusto, las ganancias en el corto, mediano y largo plazo son muy visibles y palpables. La transformación digital ya no es una opción para mantenerse fuerte en el mercado, sino un requisito. Y tener el socio adecuado es la clave del éxito.
Por Ivaldo Pereira