Una nueva invención médica que aprovecha el poder de la tecnología de los teléfonos inteligentes podría revolucionar el tratamiento de los pacientes de corazón, según unos investigadores de Suiza.
La herramienta autónoma –desarrollada conjuntamente por los laboratorios de Sistemas embebidos y Circuitos de telecomunicaciones de la Ecole Polytechnique Federale de Lausanne (EPFL)– no sólo identifica automáticamente anomalías en el ritmo cardíaco, sino que también alerta a los médicos en cuestión de segundos, ayudándoles a tratar a los pacientes con mayor rapidez.
El monitor, pequeño y ligero, consta de cuatro sensores de electrodos no invasivos pegados a la piel y conectados a un módulo de radio y un chip de ordenador que se engancha al cinturón del paciente.
Los datos se envían al teléfono inteligente del usuario, donde se pueden ver en tiempo real hasta 150 horas con una sola carga.
Unos algoritmos complejos identifican cualquier anomalía y los datos se envían a un médico para su examen a través de una imagen adjunta a un mensaje de texto o correo electrónico.
«El sistema recoge datos muy fiables y precisos», afirma uno de los investigadores, «pero sobre todo ofrece un análisis automático y una transmisión inmediata de datos al médico, evitando que éste tenga que revisar horas de datos registrados».
Los investigadores confían también en que se encontrarán otros usos para la herramienta relacionados con la salud, como el seguimiento del rendimiento deportivo o la evaluación de la dieta y la actividad física en pacientes obesos.