Hola, mi nombre es Liliana Pérez Rojas y soy la fundadora e ilustradora de Ailé Fábrica de Diseño. Actualmente tengo 35 años (así no parezca). Estudié diseño industrial en la Universidad Javeriana e hice una maestría en Diseño Sostenible en el Politécnico de Torino en Italia. Viví 2 años y medio allá y finalicé mi vida en Europa haciendo mi tesis en una Ecoaldea en las montañas de Portugal.
Siempre me había gustado el arte, pero nunca sentí que fuera una buena ilustradora o que esto pudiera significar mucho en mi vida, pero mientras estuve en Portugal comencé a ilustrar mi vida allá y me empezó a llenar muchísimo el alma. Yo en la universidad ilustraba para tener una buena nota y me comparaba mucho con los demás, así que nunca me quedó muy lindo lo que hacía. En Portugal cambió mi motivación para ilustrar y con ella el resultado. Ya no lo hacía por una nota, solo lo hacía porque lo disfrutaba, y eso se empezó a notar en mis trazos.
Mi emprendimiento se llama Ailé Fábrica de Diseño. Aile significa familia en turco. Ailé es una marca que colorea la vida de las personas a través de souvenirs y regalos ilustrados. Buscamos resaltar lo más lindo de nuestro país, demostrando con ilustraciones que Colombia es más que las malas noticias que escuchamos en los noticieros. También promovemos el cuidado del planeta con el enfoque ambiental que le damos a nuestra marca.
Inicialmente, mi principal motivación fue poder vivir de hacer lo que amaba: ilustrar. Hoy la motivación ha cambiado. Hoy me mueven las ganas de generar un cambio significativo para mi país y mi planeta a través de mi amor por la ilustración.
Ailé nació en mayo del 2017. Es una empresa que creé junto con mi hermana Camila y mi cuñado Pasa, que es turco y fue por esto que decidimos que este sería un buen nombre para nuestro emprendimiento, porque «Ailé» significa familia en turco.
Este sueño comenzó por las ganas de compartirle al mundo mis ilustraciones. Fueron 2 años muy lindos de crecimiento donde comenzamos a resaltar Colombia a través de productos estampados y útiles, principalmente para el hogar. Pudimos hacer nuestra primera producción con un capital inicial que los tres aportamos y, desde el primer día, tuvimos un local que hasta hoy es la casa de esta familia.
En el 2019 acordamos tomar caminos diferentes, y aquí es cuando pongo todo mi esfuerzo y dedicación para sacar adelante mi sueño con todas las responsabilidades que esto traía. En ese momento fue cuando decidí fortalecer el enfoque ambiental a Ailé, porque es un tema muy importante en mi vida.
En el 2020, lanzamos nuestra primera colección de ropa que se llamó “Que se extinga el plástico y no los animales”. Fue una colección inspirada en los animales en vía de extinción en Colombia y fue la primera vez que comenzamos a usar telas hechas con botellas de plástico reciclado.
Hoy Ailé es una marca que colorea la vida de las personas a través de souvenirs y regalos ilustrados inspirados en nuestra identidad colombiana. Actualmente somos 9 mujeres apostándole a esta empresa que busca resaltar la magia de nuestro país por medio de un consumo más responsable con el planeta.
Manejamos 4 líneas de producto: hogar, accesorios, papelería y ropa. Todo esto se logra con la manufactura y trabajo manual de pequeños talleres que entregan lo mejor de sí, para que nuestros productos tengan la mejor calidad y sean duraderos en el tiempo.
En Ailé trabajamos con telas hechas del 40 al 100% con botellas de plástico reciclado. Gracias a esto, ¡le hemos dado una segunda vida a más de 40.000 botellas! Además, nuestra creatividad nos permite utilizar los retazos de tela en otros productos, reduciendo así el desperdicio en un 70%.
En la actualidad, le donamos 5% de las ventas de nuestra línea de ropa a 3 fundaciones que protegen el planeta, desde los animales en vía de extinción, hasta la Serranía de Chiribiquete y nuestros páramos.
Estamos en un momento muy importante para Ailé. Estoy muy feliz porque, después de 6 años de crecer orgánicamente y con nuestros propios recursos, hoy somos uno de los emprendimientos ganadores de “El poder de dar una mano”, el programa de aceleramiento comercial de Unicentro Bogotá. ¡Por eso no duden nunca en que esa idea loca que tienen si puede hacer la diferencia!
Estas son lagunas cifras y logros que hemos alcanzado con Ailé desde su fundación:
- Llevamos 6 años en el mercado.
- Hoy somos 9 mujeres apostándole a este emprendimiento.
- Actualmente tenemos 3 puntos de venta (Cedritos, Usaquén y Unicentro) y dos tiendas aliadas, una de ellas en el Aeropuerto El Dorado.
- En el 2022 vendimos un poco más de $500 millones de pesos colombianos.
- Apoyamos 3 fundaciones que protegen el planeta.
- Le hemos dado una segunda vida a más de 40.000 botellas de plástico gracias a que utilizamos telas hechas con PET reciclado..
Emprender es un reto enorme. Hay que confiar en uno y en su talento, gestionar adecuadamente los gastos y costos, darnos el crédito que nos merecemos, trabajar en posicionar la marca, potencializar las ventas y presencia online, etc. Sin embargo, pese a los retos y dificultades, hay muchas cosas que me dan felicidad de emprender y se podrían resumir en: usar mi poder para generar cambio. Me da felicidad trabajar en lo que amo hacer, generar trabajo directo a mis vendedoras e indirecto a mis proveedores, me llena el alma poder aportar un granito de arena al cuidado del planeta con nuestras iniciativas de sostenibilidad y, sobre todo, con las donaciones que hacemos a las tres fundaciones que apoyamos.
A otros emprendedores les doy tres consejos:
- Revisa muy bien esa motivación que te lleva a emprender. Eso es lo que te va a dar la fuerza para no parar y en cambiar las cosas por donde deben ser.
- Rodéate de gente que te apoye en las cosas que tú no eres tan fuerte. ¡Tener un equipo feliz y que ame su trabajo es clave!
- ¡No pares! Así haya muchos días difíciles, piensa que ese día siempre se va a terminar y el día siguiente vas a tener una nueva oportunidad de ver diferentes cosas. ¡Ten paciencia!
¡Gracias por leer mi historia! Te invito a conocer más de mi emprendimiento en Instagram: @ailefabricadediseno.