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¿Te arriesgas a ser inspirador?

¿Cuál es la diferencia entre los seres humanos que llegan a ser grandes inspiraciones y los que no? Las estrellas no alumbran con mayor potencia en un lado que en otro. El cielo nos cubre a tod@s, pero hay algo que nos diferencia: el poder de creer y la unión entre el pensar y el hacer.

La mayoría de personas queremos un mundo sin armas, pero salimos a “celebrar” cuando una persona que consideramos “mala” muere. Queremos un planeta libre de contaminación, pero fumamos, consumimos como loc@s y desperdiciamos el agua. Queremos que no nos critiquen destructivamente, pero no titubeamos en señalar a l@s otr@s. Queremos ser libres, pero nos aferramos a nuestras cadenas.

¡Tú puedes ser un ser inspirador!

Para Kant, el ideal de todo ser humano es alcanzar su “mayoría de edad” –que no se consigue ni a los 18 ni a los 21 años- es decir, llegar a un nivel en donde cada sujet@ se provea de su propio entendimiento en compañía de un pensamiento autónomo que no escinde al logos de la praxis o a la praxis del logos. Esto en términos menos teóricos quiere decir que si yo pienso de X forma, debo actuar consecuentemente con ello.

Es motivo de hilaridad encontrarnos con personas sumamente contradictorias: promueven la igualdad pero son clasistas, dicen que el dinero no es importante pero se matan toda una vida consiguiéndolo, afirman que tod@s tenemos dignidad pero a la hora de toparse en la calle con personas como prostitutas o indigentes corren como si éstos tuviesen lepra.

Vivo cansada de este mundo de opulencia en donde todo el mundo quiere optar al título de “sant@” pero nadie quiere convertirse en un milagro. Queremos que l@s niños no sean maltratad@s pero, ¿Cuánt@s de ustedes se detienen a defender a un infante que está siendo maltratad@? ¿Cuánt@s de ustedes se enfrentan al “qué dirán” para darle la mano a una persona que va camino a la perdición? ¿Cuánt@s de ustedes se levantan en contra de la injusticia y elevan su voz en honor a la equidad? ¿Cuánt@s de ustedes son capaces de dejar de pensar por un momento en sí mism@s y preocuparse por una persona que les es desconocida? ¿Cuánt@s? ¿Cuánt@s?

¿Te ariesgas a no separarte de tus convicciones?

La verdad es que el altruismo no es una virtud my común, por eso la diferencia entre los seres humanos inspiradores y el resto es simple: ést@s creen en la relevancia de los pequeños actos para lograr un gran cambio.Ell@s han decidido convertirse en un milagro en lugar de esperar uno, puesto que saben que un milagro no sólo es la consecución de lo imposible, sino que, un milagro también puede verse como un acto “cotidiano”: un niño que elige un libro en lugar de drogarse, una madre que sin dinero consigue qué darles de comer a sus hij@s, una persona que en lugar de odio elige amor…

Los seres inspiradores no temen defender sus ideales ya que están tan convencidos de la justeza de sus actos que cada sacrificio tiene sabor a gloria; los seres inspiradores tienen una mirada fuerte y decidida, pues allí dejan entrever su espíritu luchador, firme, dinámico, y amoroso; los seres inspiradores respiran fe, expiran satisfacción y viven de la esperanza y el optimismo. Ell@s, poseen el toque del “Rey Midas”: todo lo que tocan lo convierten en oro, puesto que saben que la vida está llena de pequeños momentos y no de grandes instantes… Los seres inspiradores entienden que la diferencia no la hace la piel, ni el dinero, ni las apariencias… La diferencia la hace el poder de convicción de un alma enamorada del amor por la unión entre escisiones.

Los seres inspiradores saben que ellos son el milagro, saben que el milagro eres tú, aunque lo desconozcas. Tú puedes inspirar a otr@s y dejar de ser una estrella ordinaria, tú puedes brillar con luz propia y crear un cielo pletórico de estrellas fugaces y deslumbrantes…

El potencial está en ti, ¿Qué dices? ¿Te arriesgas a ser un ser inspirador?

Con amor…

© Lluvia

Foto Créditos: Foto 1

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