Continuamente se ha asociado el talento humano a un departamento o grupo de trabajo determinado dentro de una organización, sin embargo, si analizamos y hacemos una regresión hacía lo que dicho concepto comprende nos daremos cuenta que el talento humano es un factor que trasciende lo empresarial.
Talento humano, más que un departamento
La división de talento humano, generalmente encargada de realizar los procesos de selección, las estrategias de clima organizacional y promover el bienestar laboral de los colaboradores ha llegado a un punto totalizador en el que es inevitable que, al escuchar pronunciar el termino talento humano, no nos lleguen a la mente las imágenes de todos esos individuos que nos contratan, despiden y celebran de vez en cuando los cumpleaños.
Así, es, hasta ese punto se ha derrumbado la estructura elemental de lo que el talento humano constituye y ahora, más que un grupo de profesionales altamente capacitados en la innovación, el pensamiento profundo y la resolución de problemas, se han convertido en equipos pequeños que ponen carteles y regalan camisetas con el logotipo de alguna organización en fechas especiales.
Sabiendo que, como hemos expuesto, los equipos de gestión de personas se han degradado bastante, mucho más podemos decir del término talento humano, son pocos los núcleos de trabajo que actualmente comprenden y ponen real empeño en lo que el talento humano significa, más allá de el equipo que contratan para “controlar” el entorno del colaborador e incluso al colaborador mismo.
El talento humano como elemento clave de la organización
Si trascendemos al equipo de talento humano y nos fijamos en el punto clave de lo que talento humano es y se compone, nos daremos cuenta que muchas de las falencias organizacionales y de emprendimiento encontradas actualmente están asociadas a la dispersión y perdida de rumbo del concepto de talento humano.
De nada sirve que en los procesos de selección se apliquen pruebas y largas entrevistas si en la base fundamental del proceso no se tiene claro al talento como un elemento en espera, como un factor en segundo plano, normalmente contratamos individuos habilidosos, técnicos, capaces de realizar las tareas que les son asignadas, pero no es allí donde está el verdadero talento y este es sin duda el punto más importante y la clave diferencial entre una organización exitosa y una fracasada.
El talento humano como potencial
Cuando conocemos a alguien, en una entrevista o mientras realiza sus labores cotidianas, y notamos que tiene una gran capacidad para realizar su trabajo, decimos inmediatamente que es talentoso, sin embargo, este talento esta enmarcado en aquello que puede realizar hoy y que seguro ocupó un largo tiempo en realizar de esta manera, esta habilidad es útil para la organización, por supuesto.
Pero es en este punto donde la división de gestión de personal debe conectar con el verdadero sentido del termino talento y es que este está compuesto, no solo de unas habilidades básicas para desarrollar las tareas que se le encargan, sino de ir más allá y a partir de su potencial, que se ve impulsado por conocimientos y habilidades externas a su trabajo, crea nuevas formas de trabajo, nuevas ideas, nuevos métodos de producción eficientes o rentables.
Hemos enfrascado el termino talento en la capacidad inmediata de realizar una tarea determinada y hemos dejado de lado a infinidad de personas que, aunque en la inmediatez no poseían un 100% de la habilidad, tras su aparente falla, se encontraba un 1000% de capacidad para trascender y mejorar esa tarea especifica, hemos desperdiciado el talento humano.
Fuga interna de talento
Otra de las formas en las que nos hemos desconectado con el talento ocurre internamente en las organizaciones, asignamos labores a nuestros colaboradores en el orden que, según hemos evidenciado, trabajan más eficazmente.
Esa visión reduccionista nos ha hecho pensar que, como X persona es buena en esto entonces no es aún mejor para otras actividades, desperdiciamos el talento potencial real dejando a nuestros colaboradores en sitios donde dan el promedio y nunca nos damos cuenta de las grandes capacidades que podrían desarrollar en otras áreas, esta es ora muestra de como las divisiones de talento humano se desconectan del verdadero talento humano.
Fuga externa de talento
Esta es sin duda la más habitual, no solo ocurre cuando un colaborador talentoso se cansa de estar realizando una tarea que hace bien, pero que puede dar más de si en otros cargos que no se le asignan y por ello renuncian, no, la fuga de talento se da desde el proceso de selección, cuando realizamos elecciones de individuos por sus capacidades actuales y no por el potencial que tienen para promover cambios verdaderamente importantes dentro de la organización.
En conclusión
En el campo empresarial, se ha construido una visión reduccionista sobre el talento, primero encasillándolo en su división de la organización que no se ha compuesto para comprenderlo en su totalidad y segundo, asignándolo a las capacidades inmediatas del individuo en las tareas a realizar dentro de la organización.
Ello ha llevado a que los propios departamentos administrativos y de gestión de personas se degraden, al punto de resumir sus actividades en las básicas celebraciones de fechas especiales, el reclutamiento de personas con habilidades más no talentosas y que al final, se desconectaran de lo que el verdadero talento humano compone.
Así pues se ha desarrollado una constante fuga de talento interna y externa dentro de las empresas y los emprendimientos, perdiendo grandes oportunidades de mejorar y trascender solo por no comprender que el talento humano trasciende lo empresarial y que, un individuo con hobbies u otras capacidades que al principio no parecen estar asociadas a las labores de la organización, puede generar, a partir de su potencial, de su verdadero talento humano, cambios radicales y provechosos para la organización.
Así pues, es importante entender que:
- El talento humano no es habilidad, es potencial.
- La fuga de talento no se da solo de manera externa en las organizaciones.
- Es mejor tener personas talentosas a futuro que inmediatamente eficientes.
- Hay que revindicar los departamentos de talento humano como verdaderos analizadores de las capacidades humanas.
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