Durante una de esas lecciones sabatinas mi padre rico nos pregunto a Mike y a mi “¿Saben por qué yo siempre seré más rico que la gente que trabaja para mí?”
Mike y yo nos sentamos sin saber que responder por un momento, buscando en nuestras mentes la respuesta apropiada. Al principio parecía una pregunta estúpida, pero conociendo a mi padre rico, sabíamos que había algo importante que aprender.
Finalmente me atreví a decir la que considere era la respuesta más obvia: “Porque ganas más dinero que ellos”, dije.
“Sí”, dijo Mike, asintiendo con la cabeza en señal de que estaba de acuerdo. “Después de todo, tú eres el dueño de la compañía y decides cuánto recibes de sueldo y cuánto se les paga a ellos.”
Mi padre se balanceó en su silla, sonriente. “Bien, es verdad que yo decido cuánto gana cada uno. Pero la verdad es que yo recibo un pago menor al de la mayoría de los empleados que trabajan para mi.”
“Bien, existen varias razones”, respondió mi padre rico. “¿Quieren que se las diga?”
“Desde luego”, respondió Mike.
“Bien, cuando comienzas a crear un negocio, el efectivo frecuentemente es escaso y el propietario es generalmente el último en recibir su pago.”
“¿Quieres decir que los empleados son pagados primero?”, preguntó Mike.
Mi padre rico asintió. “Así es. Y no sólo se les paga primero, a menudo se les paga más de lo que yo recibo cuando obtengo mi pago.”
“¿Pero por qué?” pregunté. “¿Por qué si eres el propietario de un negocio te pagan al final y te pagan menos?”
“Porque eso es lo que un propietario de negocios frecuentemente necesita hacer al principio si desea crear un negocio exitoso.”
“Eso no tiene sentido” , respondí. “Entonces dime por que lo hiciste.”
“Porque los empleados trabajan por el dinero y yo trabajo para crear un activo”, dijo mi padre.
“Así que al crear este negocio, ¿se incrementará tu pago?” preguntó Mike.
“Puede incrementarse o no. Digo lo anterior porque quiero que conozcan la diferencia entre el dinero y un activo”, continuó mi padre rico. “Es posible que me pague a mí mismo o no más adelante, y yo no estoy trabajando duro para obtener un sueldo. La razón por la que trabajo duro es para crear un activo cuyo valor se incrementa. Es posible que un día venda ese negocio por millones de dólares o que contrate un presidente que lo dirija para mí y yo seguiré adelante para crear otro negocio.”
“Así que para ti, crear un negocio es construir un activo. Y el activo es más importante para ti que el dinero”, dije, haciéndo mi mejor esfuerzo para comprender la distinción entre el dinero y un activo.
“Así es”, dijo mi padre rico. “Y la segunda razón por la que recibo menos pago es porque yo tengo de antemano otras fuentes de ingreso.”
“Quieres decir que tienes dinero de otros activos?” pregunté. Nuevamente, mi padre rico asintió con la cabeza. “Y esa es la razón por la que les hice la pregunta al principio. Por eso les pregunte por qué seré yo siempre más rico que mis empleados, sin importar quién gana más por salario. Estoy haciendo mi mejor esfuerzo para enseñarles una lección muy importante.”
“¿Y cuál es la lección?” preguntó Mike.
“La lección es que tú no te vuelves rico en el trabajo. Te vuelves rico en casa”, dijo mi padre enfáticamente, asegurándose de que sus palabras no serían tomadas a la ligera.
“No comprendo”, comenté. “¿Qué quieres decir con eso de que tú te vuelves rico en casa?”
“Bien, es en el trabajo donde tú ganas tu dinero. Y es en el hogar donde tú decides qué vas a hacer con tu dinero. Y es lo que haces con el dinero después de ganarlo lo que te hace rico o pobre”, respondió mi padre.
“Es como la tarea”, dijo Mike.
“Exactamente”, dijo mi padre rico. “Esa es exactamente la manera en que lo llamo. Llamo mi tarea la de volverme rico.”
“Pero mi padre lleva mucho trabajo a la casa y no somos ricos”, dije casi defensivamente.
“Bien, tu padre lleva su trabajo a la casa, pero en realidad no hace su tarea”, dijo mi padre rico. “De la misma forma en que tu madre hace sus faenas domésticas… a eso no es a lo que me refiero cuando hablo de tarea.”
“o el arreglo del jardín”, agregué.
Mi padre rico asintió. “Sí, existe una diferencia entre el trabajo en el jardín, la tarea escolar que tú llevas a casa y el trabajo que tu padre lleva a casa de su oficina, y la clase de tarea a la que me refiero.” Fue entonces cuando mi padre rico me dijo algo que yo nunca he olvidado: “La principal diferencia entre los ricos, los pobres y la clase media consiste en lo que hacen con su tiempo libre.”
“Su tiempo libre”, dije con un tono inquisitivo. “¿Qué quieres decir por su tiempo libre?”
Mi padre rico sonrió a su hijo y a mi durante un momento. “¿Dónde piensan ustedes que comenzó este negocio de restaurante?” preguntó. “¿Piensan ustedes que este negocio se materializó en el aire?”
«No”, dijo Mike. “Tú y mi mamá comenzaron este negocio en nuestra mesa de cocina. Allí fue donde todos tus negocios han comenzado.”
«Así es”, dijo mi padre rico. “¿,Recuerdas la primera tiendita con la que comenzamos hace varios años?”
Mike asintió. “Sí, la recuerdo”, dijo. “Aquellos eran días muy difíciles para la familia. Teníamos muy poco dinero.”
“¿Y cuántas tiendas tenemos ahora?” preguntó mi padre rico. “Tenemos cinco”, respondió Mike.
“¿Y cuántos restaurantes?» preguntó mi padre rico.
“Tenemos siete”, dijo Mike.
Me senté a escuchar y comencé a comprender algunas nuevas distinciones. “¿De manera que la razón por la que tú ganas menos dinero de este restaurante es por que recibes ingresos de otros muchos negocios?”
“Esa es una parte de la respuesta”, dijo mi padre rico con una sonrisa. “El resto de la respuesta está en el tablero de Monopolio. Comprender el juego de Monopolio es la mejor clase de tarea que ustedes pueden realizar.”
“¿Monopolio?” pregunté sonriente. Yo todavía puedo escuchar la voz de mi madre que me ordena que guarde mi juego de Monopolio y haga mi tarea. “¿Qué quieres decir, que Monopolio es tarea?”
“Déjame enseñarte”, dijo mi padre rico mientras abría el juego familiar más popular del mundo. “¿Qué ocurre cuando pasas por el punto de partida?” preguntó.
“Recibes doscientos dólares”, respondí.
“Así que cada vez que vuelves al punto de partida, es como si recibieras un sueldo. ¿Es correcto?”
“Si, creo que así es.” dijo Mike.
“Y para ganar el juego, ¿qué se supone que debes hacer?” preguntó mi padre rico.
“Se supone que debes comprar bienes raíces”, dije.
“Así es”, dijo mi padre rico. “Y comprar bienes raíces es tu tarea. Eso es lo que te hace volverte rico. No tu sueldo.”
Mike y yo nos sentamos en silencio por largo rato. Finalmente me atreví a preguntar a mi padre rico. “¿De manera que dices que el sueldo no te vuelve rico?”
“Así es”, dijo mi padre rico. “Un sueldo no te vuelve rico. Es lo que haces con el sueldo lo que permite que una persona sea rica, pobre o de clase media.”
“’No comprendo”, dije. “Mi padre siempre dice que si obtuviera un aumento de sueldo seríamos ricos.”
“Y eso es lo que piensa la mayoría de la gente», dijo mi padre rico. “Pero la realidad es que mientras más dinero gana la gente, más profundamente se hunde en las deudas. Así que tienen que trabajar más duro.”
“¿Y por qué ocurre eso?” pregunté.
“Ocurre por lo que ellos hacen en casa. Es lo que ellos hacen en su tiempo libre”, dijo mi padre rico. “»La mayoría de la gente tiene un mal plan o una mala fórmula para manejar su dinero después de ganarlo.”…
…Cuando Mike y yo teníamos 12 años de edad mi padre rico comenzó a convertirse en uno de los hombres más ricos de Hawai. A la edad de 34 años estaba pasando de ser un oscuro hombre de negocios a convertirse en un rico y poderoso empresario. El había estado haciendo su tarea.
Mi verdadero padre llevaba mucho trabajo a la casa, pero hacía muy poca tarea.
Una vez que regrese de Vietnam, en l973, inmediatamente me inscribí en un curso de inversión en bienes raíces que ví anunciado en la televisión. El curso costó 385 dólares. Ese único curso nos ha hecho millonarios a mi esposa y a mí, y el ingreso de los bienes raíces que compramos utilizando la fórmula enseñada por ese curso nos proporcionó nuestra libertad.
Mi esposa y yo nunca necesitaremos trabajar nuevamente, debido al ingreso pasivo de los bienes raíces procedente de nuestras inversiones en bienes raíces. De manera que ese curso de 385 dólares nos ha retribuido algo mucho más importante que sólo dinero. La información obtenida de ese curso nos ha proporcionado a mi esposa y a mi algo mucho más importante que la seguridad del empleo, nos ha proporcionado seguridad financiera y libertad financiera. Nosotros trabajamos duro y también hicimos nuestra tarea.
Como decía mi padre rico mientras jugaba Monopolio con Mike y conmigo: “Tú no te vuelves rico en el trabajo, te vuelves rico en casa.”
Fragmento de «Padre Rico Padre Pobre» de Robert Kiyosaki