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Separa las finanzas personales de tu negocio

Es importante que conozcas lo vital que es para tu negocio y tu economía personal tener una clara división entre las finanzas de ambos casos, ya que te permitirá mantener claridad de cómo va tu negocio, el rumbo que está tomando y tomar decisiones a tiempo.

Para iniciar, hay que definir a las finanzas como cualquier movimiento de efectivo y en el caso de tu negocio, es cualquier actividad encaminada a generar ingresos e invertir recursos. Con esto en mente, cualquier movimiento de efectivo o recursos de cualquier tipo es una actividad financiera.

Un error común en los empresarios poco experimentados, es que utilicen a su negocio como una fuente de ingresos directos. Van a la caja chica y toman como si ese dinero les perteneciera, tienen una misma cuenta de banco y ven muchos ceros, por lo que deciden utilizar recursos para fines personales.

Con estas decisiones, no cuentan una buena planeación administrativa, lo que podría provocar problemas que lleven a deudas, mala planeación e incluso el cierre de tu empresa. Así que, para que esto no suceda, aquí te presentamos cuatro consejos prácticos para separar tus finanzas personales de tu negocio:

Crea cuentas separadas

Como primer paso, lo ideal es que tengas una cuenta empresarial y otra personal en el banco. Además de la clara división que te dará el recibir dos estados de cuenta completamente distintos, te ayudará a verlo como dos entidades separadas, que pueden vivir juntas, pero que no debes mezclar.

De esta manera, podrás tener dos tarjetas de crédito, una dedicada a tu negocio y otra para gastos personales. Así podrás entender mejor en qué estás utilizando tu dinero, cuándo deberás pagar al banco, para mantener una línea de crédito saludable.

Ten en cuenta que tu empresa por sí misma deberá ser sustentable, quizá en un inicio utilizaste tus recursos personales para impulsar tu idea de negocio, pero eso no quiere decir que siempre lo hagas. Utiliza el crédito para crecer, los préstamos siempre te ayudarán y establece un plan claro para saldar deudas, nunca utilices dinero personal para el crecimiento de tu negocio a menos que planees pagártelo como si fueras una entidad financiera.

Es importante que lo hagas de esta manera para entender que todas las deudas que adquiera tu negocio, son responsabilidad de esa entidad, por lo que deberás planear cómo, dentro de la rentabilidad de tu negocio, tendrás que saldar esas deudas y no solicitar créditos que jamás podrás pagar.

Determina tu puesto en el negocio

Muchos de los que comienzan a trabajar en su propia empresa quieren ser todólogos y están dispuestos a dividirse en mil pedazos, ser administrativos, operativos, vendedores, servicio al cliente y todo lo que puedan hacer, pero la verdad es que eso nunca va a funcionar porque no estarás administrando correctamente tu tiempo, dinero y negocio.

Para que no estés haciendo todo lo que se te ocurra, en la estructura organizacional de tu negocio es necesario que tú ocupes un cargo: jefe de cobranza, director de operaciones, gerente general o cualquier cargo que puedas desempeñar. Este cargo es importante para que conozcas tus alcances y, algo muy importante, determinar el sueldo que te mereces por trabajar en tu propia empresa.

Así es, aunque suene un poco extraño (que no debería) tienes que establecer un salario para ti, y al igual que tus trabajadores, percibirlo cada semana, quincena o como quiera que les pagues. Es cierto que, si eres el dueño del negocio, pensarás en pagarte lo que te plazca, pero lo mejor sería establecer un sueldo justo como si fueras un trabajador más.

Para saber el sueldo que te deberías pagar, piensa en cuánto le pagarías a alguien más por hacer ese trabajo, si no tienes idea siempre puedes revisar las bolsas de trabajo y los estudios que existen para conocer el sueldo promedio por ese empleo. En caso de que vayas iniciando tu empresa, tu sueldo al menos debe servir para tus gastos personales y del hogar.

Como comentamos, al percibir un salario, podrás cubrir las necesidades de la cuenta personal, como si tuvieras un trabajo más y así pagar deudas personales, comprar lo que necesites para tu hogar, mantener a tu familia y cualquier necesidad personal que quieras cubrir.

Crea un fondo para emergencias

Esto se construye con el paso del tiempo, es complicado realizarlo si apenas estás iniciando tu negocio, ya que como seguramente lo has leído en otras partes, empezar tu negocio requiere sacrificios y por lo tanto las ganancias son mínimas.

Este fondo saldrá las de las ganancias que estés generando, así que en cuanto comiences a ver que tu negocio tiene ganancias (después de pagar tus deudas y reinvertir en más insumos) lleva un porcentaje a las arcas del ahorro para comenzar ese fondo para emergencias. Lo ideal es ponerte como meta un año de gastos. Así que, si seguiste el primer paso, sabrás tus gastos y obligaciones mensuales que te permitirán cumplir con tus gastos fijos.

Deberá ser utilizado únicamente en casos extremos, cuando no tengas ingresos constantes o veas que no podrás pagar algo en el mes, como casi todo en la vida, tu negocio no está libre de imprevistos, pero úsalo de manera sabia para que no se te acabe a la primera.

Tener un fondo de este tipo te ayudará a estar más tranquilo y sin tanta incertidumbre, por lo que los niveles de estrés disminuirán en tu día a día y, en caso de que se presente una emergencia, no tendrás que recurrir a tus finanzas personales para subsanar esas pérdidas.

No gastes más de lo que generas

Este tip aplica en los dos casos, tanto personal como para tu negocio. Este es un tip básico que cualquier asesor administrativo te puede dar, pero lo escribimos porque la mayoría de los problemas es porque los empresarios toman decisiones de endeudamiento poco sabias y comienzan a pedir crédito, inversiones o endeudarse sin ver a futuro.

Para saber cabalmente esta información, es indispensable llevar un registro contable de ingresos y egresos, que te permitirá identificar en qué estás gastando de más, cómo puedes solventarlo y tomar acciones en el momento exacto, para que no termine afectado de permanentemente a tu empresa.

En caso contrario y que identifiques ganancias, y tu primer impulso es gastar el dinero en todo lo que se te ocurra, piensa primero en las necesidades básicas de tu negocio: ¿qué necesitas para seguir en el mercado? ¿es necesario reinvertir para crecer? ¿necesito actualizar mi equipo o procedimientos? Estas preguntas te ayudarán a decidir hacia dónde quieres invertir esas ganancias.

Entonces, ¿en qué momento voy a ganar dinero? Pues dependerá de tus metas y planes, pero si nunca haces esta división de gastos personales y de tu negocio, las ganancias nunca serán tangibles y el proceso de ganancias será más lento o nunca sucederá. Así de importante es separar tus ganancias y estos cuatro consejos te permitirán establecer una base clara para hacerlo.

Tips de finanzas para tu negocio

En este vídeo te compartimos 20 tips de finanzas para aplicar en tu negocio:

Acerca del autor: Este artículo fue escrito por Juan Rascón.

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