La huella digital es comunmente utilizada en la documentación de individuos como control de personal. Este permite la identificación de cada persona única, utilizando medios prácticos y económicos, que podría comenzar a implementarse en todos los sistemas que requieran una seguridad especial. Las huellas digitales son propias y prácticamente irrepetibles y obvian el uso de tarjetas. Es un momento único. Una gran cantidad rápidamente de dispositivos, incorporan lectores económicos y prácticos de huellas que ponen al alcance de mucha gente una seguridad que antes sólo se soñaba.
El lector de huellas moderno no necesita guardar una imagen de la huella sino una codificación de sus accidentes por eso no interfiere con la privacidad del individuo.
Los relojes de asistencia de personal están utilizando hoy este método generando un crecimiento explosivo de esta industria, emulando el rápido desarrollo de la telefonía celular. La tecnología abarca a los lectores pero también a la gran conectividad que logran a través de diversos sistemas.
A cada usuario registrado en los relojes con lector de huellas digital se le otorga un Número de Identificación Personal (PIN). Luego la huella tomada se compara en el reloj, con la guardada en su base de datos para que sea verificada.
El usuario puede iniciar su transacción entrando el PIN por el teclado y luego colocando su dedo en las pantallas, manejándolo a través de íconos que son comunes hoy en día.
Las transacciones de los usuarios quedan memorizadas en el reloj por el tiempo que se desee, y se pueden bajar a una computadora por medio de varios sistemas. Uno es el PenDrive, que permite usar los relojes donde no hay compu o conectando el reloj de control a una red local. Si la red local tiene conexión a Internet, los datos pueden extraerse del reloj desde cualquier parte del mundo. A esto se puede sumar la conexión inalámbrica (WiFi) instalando un simple Access Point al reloj.
En un segundo se verifica el control de acceso. Los dispositivos lectores constan de un prisma de vidrio resistente donde se apoya el dedo para la toma de los rasgos de la huella. Una cámara realiza un análisis de sus accidentes que surge del contacto de las crestas dactilares en el prisma de vidrio del sensor.