Si aún eres de los que piensa que comer y dormir son los placeres de la vida, déjame decirte que aún no has disfrutado en lo más mínimo de lo más preciado, invaluable y determinado en la vida de un ser vivo: el tiempo.
Durante las vacaciones anteriores, tenía algunas aspiraciones de conseguir un empleo vacacional como muchos estudiantes universitarios, pero al no encontrar una respuesta pronta, empecé a buscar alternativas por internet. Tenía ya varios conocidos y amigos que generaban ingresos por éste medio, al principio me hacía gracia hasta que logró inquietarme.
Encontré, como muchos, encuestas, métodos, multinivel que en lo absoluto me convencían por más comentarios buenos que encontrara. Inicié mi blog, con bastante entusiasmo, poco conocimiento, ganas de escribir y tal vez altísimas aspiraciones diría yo.
A pesar de encontrar algunos blogs referentes y aumentar un poco las estadísticas de visitas; no llenaba mis expectativas, es un gran proyecto con resultados a largo plazo que requiere de tiempo y ya casi al finalizar carrera, haber elegido dejar de lado la opción de vida con milicia que era mi sueño de niña; necesitaba encontrar lo que realmente me quería dedicar, aquello que cada mañana que me despertara, me motivara a seguirlo haciendo por pasión y convicción.
Desde que escribo, encuentro esa paz interior, según el criterio que tenga de un tema en específico sin importar lo que ocurra en mi vida personal, trasnochar se hace agradable y satisfactorio cada día; porque ahora sé que puedo ser innovadora y creativa cada vez que quiera escribir, un documento en blanco no sólo es una nueva oportunidad sino es la capacidad de expresar mis ideas, retroalimentarlas y materializarlas.
Por cierto, durante una clase la reflexión final fue ser el protagonista de tú novela, por eso hoy te digo a ti que puedes ser el protagonista de tú emprendimiento.