Por: Adriana Santiago Ortiz
Conocen el refrán “paso a paso se llega lejos” le han contado alguna vez la fabula de liebre y la tortuga, señoras y señores yo represento a la tortuga. Denme tiempo suficiente y venceré prácticamente a todo el mundo, en cualquier momento y en cualquier competición ¿por que? No por que sea el mejor, el más listo o el más rápido. Ganare por que he desarrollado hábitos positivos y los he aplicado constantemente. Soy el partido de la constancia por excelencia. Yo mismo soy la prueba viviente de que esta es la clave primordial del éxito y también el mayor obstáculo para los que luchan por triunfar la mayoría de las personas no sabe como perseverar. Yo si se lo debo a mi padre. El fue mi primer instructor, por estimular en mí el poder del efecto compuesto.
Mis padres se divorciaron cuando yo tenia dieciocho meses y mi padre me crio solo. No era exactamente la clase de padre dulce y cariñoso. Había sido entrenador de futbol americano universitario y me preparo duramente para triunfar. Todos los días mi padre me despertaba a las seis de la mañana, y no con una palmadita cariñosa en el hombro, o el sonido de un radio despertador. No lo que me despertaba era un incesante sonido mecánico de hierro golpeando el suelo del garaje, que estaba situado a lado de mi dormitorio. Era como despertarse 4 metros de un soldar en construcción. En la pared del garaje mi padre había escrito el lema “para ganar hay que sufrir” y lo miraba fijamente mientras repetía infinidad de veces los tradicionales pesos muertos, levantamientos en dos tiempos, fondos y sentadillas. Lluvia, viento o manera mi padre estaba allí con sus pantalones cortos y una camiseta vieja. No perdonaba ni un solo día su puntualidad era la de un reloj.
Yo tenía asignadas más tareas que un ama de llaves y un jardinero juntos, cuando volvía del colegio siempre me esperaba una lista con más instrucciones: Quitar la maleza, rastrillar las hojas, barrer el garaje, quitar el polvo, pasar la aspiradora, lavar los platos, o lo que fuera. Ir mal en el colegio no se toleraba. Así eran las cosas.
Unas de sus teorías esenciales era “no importa lo listo que seas, necesitas compensar con esfuerzo la falta de experiencia, destreza, inteligencia, o habilidades innatas. Si tu oponente es mas listo o tiene mas talento y experiencia que tu, tendrás que esforzarte tres o cuatro veces mas que el. Pero puedes vencerle” sea cual fuera el reto, el me enseño a compensar con esfuerzo todo aquello que pudiera ser una desventaja: ¿has fallado tres tiros en el partido? Práctica mil tiros libres todos los días durante un mes. ¿Vas mal en matemáticas? Aplícate contrata a un profesor y estudia al máximo todo el verano hasta que las entiendas. No valen excusas. Si hay algo que no se te da bien, esfuérzate más y trabaja de manera inteligente.
Para el todo era cuestión de asumir responsabilidades. No nos insistía cada tarde para que asiéramos los deberes; solo teníamos que demostrárselo con los resultados: y si estos eran buenos, nos alababa. Si teníamos buenas notas. Conseguir que te llevara un triunfo, así que nos esforzaremos al máximo para ganarnos el premio.
La disciplina de mi padre me sirvió de ejemplo. Era mi ídolo y quería que estuviera orgulloso de mi, también tenia miedo de desapasionarle “debes ser el chico que sabe decir “no” no es proeza dejarse llevar por los demás debes ser el diferente, el tipo excepcional.
Mi padre dice “hay muchas formas de echar a perder a un hijo; al menos mi método resulto muy eficiente.
El efecto compuesto revela el “secreto” de mi éxito estoy convencido de su eficiencia. Por que mi padre se aseguro de que lo pusiera en práctica cada día, hasta que fue imposible vivir de otra manera, aunque lo intentara. El efecto compuesto consiste en cosechar grandes beneficios basados en una serie de pequeñas pero inteligentes decisiones. Pequeñas elecciones acertadas t constancia t tiempo= diferencia radical
Todos somos iguales cuando nacemos: llegamos al mundo desnudo, asustado e ignorante. Tras una entrada triunfal, la vida de cada uno acaba siendo el resultado de sus elecciones. Estas decisiones son a la vez nuestro mejor amigo y el peor enemigo. Puedan conducirnos a las metas deseadas, o desviarnos hasta la orbita de una lejana galaxia. Piénselo. Todo lo que hay en su vida existe por que usted primero tomo una decisión acerca de algo. El origen de cada resultado se remota a una elección. Cada decisión desencadenada un comportamiento que con el tiempo se convierte en una costumbre. Una mala elección puede resultar en una vuelta a empezar, donde uno se ve forzado a elegir de nuevo y a menudo es más difícil que antes. Si no elige en absoluto, entonces decide ser un receptor pasivo de lo que pueda presentarse en su camino.
Fundamentalmente, cuando elegimos las elecciones nos definen. Cada decisión que tomamos, por muy ligera que sea, cambia la trayectoria de nuestra vida: seguir o no seguir estudios superiores, las personas con quienes nos casamos, tomar esa última copa antes de coger el coche. En este ultimo capitulo se trata de sobre como tomar conciencia de las elecciones que sustentan el desarrollo de su vida. Todos hemos llegado donde estamos por nosotros mismos, hombres y mujeres, pero solo los que triunfan se lleven el merito.
Todos hemos llegado donde estamos por nosotros mismos, hombres y mujeres, pero solo los que triunfan se llevan el mérito
Uno cree que asume responsabilidades en su vida. Todavía no he encontrado a nadie lo contrario. Sin embargo cuando te fijas en como actúa la gente, descubres que muchas veces las personas van de víctimas y culpan a los demás, y esperan que el gobierno u otras personas resuelvan sus problemas.
Tener suerte quizás usted crea que no tiene suerte. En realidad no es más que otra excusa. La diferencia entre riqueza extrema, felicidad y salud frente a penuria, depresión y enfermedad se debe a las decisiones tomadas en la vida. No hay nada que influya más que eso. Hablemos de la suerte: más oportunidad más acción es igual a suerte. Todas las tenemos. Ante una adversidad, si tenemos salud y comida en la despensa, podemos considerarnos increíblemente afortunados. Todo el mundo tiene la oportunidad de tener suerte, porque aparte de tener salud y un sustento básico, el resto se reduce a una serie de elecciones personales. La suerte llega cuando preparación y oportunidad se encuentran. Fórmula para tener suerte, preparación más actitud. Porque todo es posible.
El poder de un motivo es lo que alienta a perseverar con tareas extenuantes, rutinarias y laboriosas. Mientras no tenga claro cuál es su deseo y su motivación, abandonara cualquier nueva ruta diseñada para mejorar su vida, cualquier nueva ruta diseñada para mejorar su vida. Si el poder de sus motivos, o deseos no es lo bastante intenso, si la determinación de su entrega no es lo suficientemente sólida, acabara como los que hacen buenos propósitos en año nuevo.
Cambiar es difícil, ese es el motivo por el que mucha gente no transforma sus malos hábitos y la razón por la que hay tantas personas infelices y con mala salud.
Lo que más me fascina de esta realidad es que si cambiar fuera fácil y todo el mundo lo pusiera en práctica, sería más difícil para nosotros destacar y triunfar lo ordinario es fácil, lo extraordinario es lo que nos separa de la masa. Personalmente, las dificultades siempre me hacen feliz. ¿Por qué? Por qué sé que la mayoría de la gente no se esforzara por superarlas y por lo tanto, es más fácil para mi ponerme al frente y tomar la iniciativa. Aprender sin practicar es inútil, no he escrito este libro por diversión (no es cosa fácil) o simplemente para motivarlos. La motivación por sí sola, sin acción, conduce al engaño. El efecto compuesto es una herramienta que, combinada con acciones positivas y constantes, cambiara su vida de forma real y duradera.
Resumen en vídeo del libro «El efecto compuesto»
Bibliografía
Darren Hardy (2011). El efecto compuesto, success/books, 169 pp