Por: Jazmín Ramirez González
Con sola existencia en el planeta, todo lo que hacemos, el auto que manejamos, los productos que usamos, la basura que tiramos, casi todo lo que escogemos y hacemos tiene cierto impacto en el entorno y ciertas consecuencias en el futuro. Es cuestión de que cada quién se pregunte si será parte del problema o de la solución. El resultado dependerá de cuántos de nosotros respondamos a los retos que nos esperan.
El siguiente documento contiene una síntesis del libro «Ciencias ambientales: ecología y desarrollo sostenible» por Nebel y Wrigth. El libro se divide en cuatro partes que hacen un recorrido bastante exhaustivo del concepto de ecología abarcando temas como: los ecosistemas y su funcionamiento, el equilibrio entre población, suelo, agua y agricultura, la contaminación: de aguas, de aire, cambio climático, y los recursos: biota, residuos, energía y tierra.
Según la ONU, el “Desarrollo Sostenible” es una forma de progreso o desarrollo que “satisface las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las generaciones venideras de satisfacer sus propias necesidades”. Según los autores, para alcanzarlo se requiere “un grado especial de dedicación, compromiso e interés mutuo de los ciudadanos de la comunidad mundial”.
Los ecosistemas y su funcionamiento
En un ecosistema viven una serie de seres vivos (biota) y están relacionados por una serie de factores abióticos, como la temperatura, la humedad, tipo de suelo o la salinidad.
A grandes rasgos, en zonas secas de mayor a menor temperatura tenemos desde desiertos calientes a la tundra. En zonas no muy secas suelen habitar pastizales y en zonas de precipitaciones altas, de mayor a menor temperatura, se forman bosques tropicales, bosques caducifolios, bosques perennifolios (coníferas) y tundra húmeda.
Clasificación de los seres vivos
Los seres vivos se pueden clasificar según sus características de alimentación en dos grandes grupos según produzcan o consuman materia orgánica.
La materia orgánica es la que proviene de los organismos vivos y la materia inorgánica son los materiales químicos del aire, agua, rocas y minerales. Así, los seres vivos pueden ser:
- Autótrofos
- Heterótrofos
- Consumidores
- Saprofitos y descomponedores
Los principios básicos de la sostenibilidad de los seres vivos indican unas propiedades necesarias para que un ecosistema pueda mantenerse indefinidamente. Estos principios los cumplen los ecosistemas naturales y no son satisfechos por la mayoría de los ecosistemas artificiales en donde el hombre vive o donde el hombre ha intervenido demasiado. Podemos resumirlos a continuación:
- Los ecosistemas reciclan todos sus elementos de modo que se libran de los desechos y reponen los nutrientes, formando parte de un ciclo coherente.
- Los ecosistemas aprovechan la energía solar como fuente de energía.
- El tamaño de las poblaciones de consumidores debe permitir la regeneración de los alimentos consumidos (que no haya pastoreo excesivo).
- La biodiversidad debe mantenerse. Cada ser vivo tiene un código genético (ADN) único (excepto gemelos y clones) que garantiza la variedad y la riqueza de adaptación en caso de cambiar o alterarse las condiciones de vida.
- Equilibrio entre población, suelo, agua y agricultura
En el crecimiento de la población influye mucho la pobreza y en el mundo, el 21% de la población, que vive en los países ricos, posee alrededor del 80% de la riqueza. “La disparidad actual entre los países de ingresos altos y bajos es en parte un legado del colonialismo de los siglos XVIII y XIX. Francia, Inglaterra, Portugal, España y otros países europeos se apoderaron de hecho de Asia, África y América Latina y las convirtieron en colonias.
El crecimiento de la población “impone demandas crecientes al ambiente” pero esa “demanda de cada individuo al entorno depende de qué y cuánto consume. Cada nueva compra representa cierta carga adicional en los recursos para producirla, así como más desechos originados en su producción, uso y eliminación. Por lo tanto, los efectos negativos en el ambiente también crecen radicalmente con el aumento en el consumo”, además de con el aumento de la población. Así, los autores miden el impacto ambiental como una ecuación que multiplica el tamaño de la población por su nivel de consumo y lo divide por la consideración ambiental que exista en esa sociedad.
Para que esa ayuda sea efectiva es necesario saber los factores que influyen en el tamaño de las familias e intentar influir en ellos. Estos autores reducen a seis esos factores:
- Seguridad en la vejez
- Mortalidad infantil
- Explotación infantil
Curvas demográficas
Una conclusión importante que fundamentan los autores es que “la causa fundamental del hambre es la pobreza. Nuestro planeta produce suficientes alimentos para todos los seres humanos de la actualidad. La gente que sufre de hambre o desnutrición carece de dinero para comprar comida, o de tierras adecuadas para cultivar. Si por algún milagro la producción mundial de alimentos se duplicara el próximo año, la situación de casi todos los que padecen de hambre y extrema pobreza no cambiaría porque los alimentos fluyen en la dirección de la demanda, no de las necesidades nutricionales”. Además, afirman que “no hacen falta ciencias ni tecnologías nuevas para aliviar el hambre y al mismo tiempo promover la sostenibilidad cuando cultivamos nuestro sustento”.
El problema radica en que existe una globalizacion económica desigual por la que los países ricos venden libremente productos a los pobres y los productos de los países pobres tienen problemas para ser vendidos en los países ricos ya que éstos últimos imponen aranceles o subvencionan sus propios productos.
El control de las plagas y el fracaso de los pesticidas
Los pesticidas son sustancias químicas empleadas para acabar con las plagas. Pueden ser herbicidas (para las hierbas), insecticidas (para los insectos), fungicidas. En cambio, ya se ha demostrado en multitud de ocasiones que no es una buena forma de luchar contra las plagas puesto que tienen multitud de problemas intrínsecamente relacionados con ellos.
Contaminación: de aguas, de aire, cambio climático
Eutrofización: Es el proceso que ocurre cuando se vierten a las aguas (ríos, pantanos, etc) desechos ricos en nutrientes orgánicos. Esos desechos pueden provenir de las aguas negras de las casas de las ciudades o de las aguas subterráneas contaminadas con fertilizantes de la agricultura. Especialmente, los detergentes con fosfatos aumentan el riesgo de eutrofización. Este enriquecimiento de nutrientes, que puede ser positivo, para la tierra, es muy negativo para el agua ya que facilita el crecimiento de fitoplancton (plantas microscópicas que flotan en el agua) y esto hace que las aguas se vuelvan turbias en vez de cristalinas
Por tanto, si vemos una masa de agua turbia, con poca vida podremos asegurar que la eutrofización es la causa. A pesar de ella, pueden existir peces que vivan adaptados a la superficie viviendo a costa del fitoplancton. A parte de reducir la biodiversidad, la eutrofización hace que el agua sea poco atractiva para nadar, remar y pierde mucha calidad para llegar a ser consumida por el hombre.
Contaminación por productos químicos
Por otra parte, en este apartado de contaminación requiere especial atención aquella producida por productos químicos peligrosos. En cada etapa del ciclo de vida de estos productos, desde su extracción hasta su eliminación, pasando por su transporte o su utilización, el producto químico o el artículo que lo contiene puede contaminar el medio ambiente poniendo en peligro la salud de los seres humanos.
Contaminación atmosférica
Con respecto a la contaminación del aire es fácil saber la procedencia principal de esa contaminación: Combustión, procesos industriales y transportes. Normalmente la temperatura disminuye con la altura y como el aire caliente tiende a subir se lleva la contaminación a capas superiores de la atmósfera. Sin embargo, la inversión térmica se produce de noche cuando, al no calentar el sol, cesa la corriente ascendente y se forma una región en la que la temperatura superior es mayor que la inferior, evitando que los gases contaminantes asciendan y se dispersen.
Los efectos de este tipo de contaminación son acumulativos y producen efectos sinérgicos si se combinan con otros tipos de intoxicaciones. Todo esto explica por qué dejar de fumar es tan recomendable.
La lluvia ácida
Además, como es obvio la contaminación atmosférica que se lleva el viento no desaparece, sino que se combina con diversas sustancias (como agua), produciendo ácidos (como el ácido sulfúrico o el nítrico) que caen con la lluvia produciendo la famosa lluvia ácida, que “es la norma en casi todo el mundo industrializado”. No obstante, lo normal es que la lluvia ácida caiga en un lugar distinto a aquel donde se ha producido la contaminación, normalmente al Este porque es la dirección habitual de los vientos.
Calentamiento mundial: El efecto invernadero
Como ocurre con un invernadero, la energía luminosa del sol pasa por la atmósfera y es absorbida por la Tierra que se calienta y emite su calor en forma de radiación infrarroja. Parte de esa radiación escapa al espacio exterior, pero otra parte no puede escapar ya que existen una serie de gases en la atmósfera que se lo impiden. Son los llamados gases de invernadero: dióxido de carbono (CO2), vapor de agua, metano (CH4), óxido nitroso, CFCs y otro halo carburos y otros gases menos importantes.
Por tanto, el efecto invernadero está provocando un calentamiento global de todo el planeta. Resumiendo, mucho, los efectos del calentamiento global son: cambios climáticos regionales. También se está produciendo una disminución del hielo en los polos, un retroceso de los glaciares y un ascenso en el nivel del mar con el consiguiente impacto en los ecosistemas, incluyendo el humano.
En síntesis, las soluciones que indican estos autores son: establecer un tope en las emisiones de dióxido de carbono, estimular la energía nuclear si se resuelven las cuestiones acerca de los costos, la fiabilidad y el gasto de combustibles y los desechos nucleares, eliminar los CFCs, detener la pérdida de bosques y plantas y arboles en áreas deforestadas, tasar con impuestos cada vez más rígidos el carbono de los combustibles siguiendo la norma de que “el que contamina, paga”, y por último, invertir en energía renovable.
Deterioro de la capa de Ozono (O3)
Diversos gases de origen humano, principalmente los CFCs (clorofluorocarbonos) reaccionan con el ozono haciendo que la cantidad de este gas se reduzca drásticamente. Ese gas no es el único: “como fumigante del suelo y pesticida, se piensa que el bromuro de metilo es la causa del 10% de la pérdida del ozono de la estratosfera”. El principal agujero de esta capa de ozono está en el polo Sur que afortunadamente no está habitado por el hombre. En Australia el problema es más serio y se calcula que en Queensland, donde la capa de ozono es más delgada, 3 de cada 4 australianos padezcan cáncer cutáneo. Pero los datos revelan tendencias claras a la baja de ozono en todo el mundo y más notables en Europa y América del Norte que en Asia oriental.
Recursos: biota, residuos, energía y tierra
Alrededor de 1.75 millones de especies de plantas, animales y microbios han sido examinadas, nombradas y clasificadas, pero los científicos calculan que entre 4 y 112 millones no han sido estudiadas (se suele manejar el número de 13.6 millones de especies).
Extinción de especies
En los últimos años está sucediendo una extinción masiva de especies causada por el hombre y sus actividades. “Se calcula que sólo en los bosques tropicales las pérdidas llegan a 17.000 especies al año”, aunque, por otro lado, esta extinción catastrófica se basa en buena parte en especies que nadie ha clasificado.
Motivos de la pérdida de biodiversidad
- Alteraciones en el hábitat
- Factor demográfico
- Contaminación
- Especies exóticas
- Abuso
Los ecosistemas terrestres son, básicamente, bosques y arboledas, pastizales y sabanas, tierras de cultivo, desiertos y tundras y zonas palustres, mientras que los ecosistemas oceánicos son, costas y bahías, arrecifes de coral y mar abierto.
Según los autores, los servicios naturales más valiosos de estos ecosistemas son: Mantenimiento de los ciclos hidrológico, del oxígeno y del nitrógeno, modificación del clima, absorción de contaminantes, transformación de sustancias tóxicas, control de la erosión y formación del suelo, control de plagas y almacenamiento y mantenimiento del ciclo del carbono.
La Naturaleza como empresa
La Capacidad de Sostenimiento es la máxima población que puede mantener en forma sostenible. Así, el Rendimiento Máximo Sostenible (RMS) ocurre, en teoría a la mitad de la capacidad de sostenimiento, ya que si hay mucha población hay mucha competencia (como el caso de los renos de la isla de San Mateo), y si hay poca población el rendimiento será pequeño debido a esa escasez de población.
Combustibles fósiles
Por combustibles fósiles se entienden el petróleo y sus derivados, gas natural (metano principalmente), carbón y pizarras y arenas bituminosas. Todos estos combustibles producen CO2 al quemarse con sus consecuencias en el calentamiento global y el efecto invernadero que se han descrito anteriormente. El gas natural es el menos contaminante y el carbón es el más contaminante. Además, el carbón destruye gran cantidad de terreno ya que suele extraerse en minas a cielo abierto y estas zonas se suelen convertir en desiertos permanentes, aparte de los efectos nocivos en las masas de agua de los alrededores.
Por tanto, aunque el uso de energía eléctrica sólo produce calor, sí que puede ser contaminante el método empleado para producir esa energía eléctrica. Por otra parte, “ningún geólogo responsable cuestiona el hecho de que la producción de petróleo en América está condenada a disminuir”.
Energía solar y otras fuentes renovables
Usar la energía del sol es básico porque, como vimos, es el segundo de los principios básicos de la sustentabilidad. Por otra parte, respecto a las viviendas, tanto en ambientes fríos como calurosos, es fundamental un buen aislamiento y usar técnicas de construcción adecuadas (casas solares). El buen aislamiento es gran parte de la respuesta”, pues “quienes tienen hogares bien aislados tienen poca necesidad de tal sistema de respaldo”, pero si hace falta basta con un pequeño horno de leña, por ejemplo. Además, la energía solar térmica, para calentar agua, es extremadamente simple y bastante barata.
La producción solar de electricidad tiene 2 métodos viables: celdas fotovoltaicas y los canalones solares. Las celdas fotovoltaicas consisten en placas solares que producen electricidad y se están usando cada vez más para llevar electricidad a sitios lejanos, pues es más barato que tender una línea de voltaje de kilómetro y medio. Como no tienen partes móviles, “las celdas no se desgastan, aunque su vida útil es de unos 20 años a causa del deterioro por la intemperie”, pero eso depende, naturalmente, de cada clima y en caso de deterioro sólo hay que cambiar la placa dañada y no el resto del sistema. “El principal material de las celdas solares es el silicio, uno de los elementos más abundantes de la Tierra, así que la producción corre pocos riesgos de que se agoten los recursos. Su costo obedece sobre todo a la complejidad de su construcción y diseño”.
Energía solar indirecta: hidráulica, eólica y biomasa
Estas tres formas de energía son otra forma de la energía solar. “La energía hidráulica es una fuente renovable que no contamina, pero construir las presas trae inmensas desventajas ecológicas, sociales y culturales”, aparte de las económicas, ya que los embalses se van llenando de sedimentos y su limpieza es cara, además de la reducción de energía en épocas de sequía:
La energía eólica ha sido usada desde hace muchos años para impulsar los barcos de vela, para moler trigo en los molinos de viento o para bombear agua. Actualmente, las turbinas eólicas son aspas que movidas por el viento impulsan un generador.
Otras fuentes renovables: Energía geotérmica y mareomotriz
La energía mareomotriz requiere construir presas en bahías y montar turbinas allí, que sean accionadas por la subida y bajada de las mareas. Para que esto sea rentable tiene que haber suficiente diferencia entre las mareas alta y baja y eso ocurre en pocos lugares, aunque estos sistemas se están aprovechando en Francia, Canadá, Rusia o Estados Unidos. Sus mayores problemas son el obstáculo que supone para los peces y la acumulación de residuos.
Estilos de vida y sostenibilidad
No es difícil ver que el impacto ambiental crece en nuestro mundo. Ello es debido al continuo crecimiento tanto del tamaño de la población como de su nivel de consumo. Por otra parte, la consideración ambiental también crece, pero a menor ritmo. Tampoco es difícil comprobar que granjas, terrenos de cultivo o hábitats naturales van cediendo espacio al crecimiento de ciudades.
Agotamiento de recursos energéticos: Por el uso del automóvil, pero también porque “los hogares suburbanos aislados requieren de 1.5 a 2 veces más energía que los alojamientos de las urbes”.
Contaminación atmosférica: Por el humo, pero también por el aire acondicionado de los coches que dañan la capa de ozono al ser “una de las principales fuentes de clorofluorocarbonos”.
Contaminación y degradación del agua: Tanta urbanización lleva a una “disminución en la filtración en grandes regiones” del agua de lluvia y más escurrimientos con consecuencias obvias: agotamiento de las aguas freáticas, invasión de aguas salinas, erosión de las riveras, inundaciones.
Pérdida de áreas naturales y fauna: Las áreas naturales invadidas expulsan a su fauna que está condenada a morir. Aunque pueda mudarse a otra zona esa población extra de fauna en la nueva zona es raro que pueda ser acogida sin problemas. Además, las vías rápidas separan poblaciones e impiden a muchas poblaciones el paso a las fuentes de agua.
Pérdida de tierras agrícolas: Los autores señalan a este problema como “quizá lo más serio a largo plazo”. Muchos minimizan el problema diciendo que el mundo está lleno de tierra, ignorando que el 65% de esa tierra son desiertos, tundra o montañas que no son cultivables, y otro 24% es tierra demasiado seca (sabanas, pastizales…) o demasiado húmeda (pantanos, lagunas, marismas…). Esto lleva, además, a que los alimentos tienen que viajar más, con el consiguiente aumento en los costos y en la contaminación.
Para concluir este libro es estupendo para aquellos que quieren tener una visión global y científica de los problemas de la Naturaleza y de lo que significa Desarrollo Sostenible. Los conceptos son explicados de forma clara y evitando opiniones personales. Expone los hechos de forma científica y deja que el lector saque sus propias conclusiones. La gran variedad de ejemplos históricos y la multitud de fotos y gráficos complementan la rigurosa exposición. Para terminar, los autores también hacen un llamamiento a la justicia: “Es difícil que avancemos mucho hasta que los agravios de las minorías en desventaja sean paliadas por aquellos que están acomodados. La responsabilidad de contribuir a la justicia distributiva debe ser proporcional al grado de bienestar; en otras palabras, los que tienen más deben estar más dispuestos a trabajar en favor de una sociedad justa”, porque eso también es “justicia ambiental “
Bibliografía
Nebel, B. y Wrigth, R. (1999), Ciencias ambientales: Ecología y desarrollo sostenible, Prentice-Hall Pearson. México, 698 pp.