En el universo marketero existen excelentes talentos, personas con la suficiente creatividad como para diseñar campañas de gran trascendencia e impacto en los consumidores. Empero, como en todo, existen excepciones e incluso estos mismos genios suelen cometer crasos errores, lo triste de todo es que es más difícil olvidar lo negativo que lo positivo y estas fallas representan para las empresas dificultades y costosas acciones de restauración de marca.
Un claro y reciente ejemplo de ello lo expone la compañía productora de la bebida energética RedBull quien protagoniza un escándalo, debido a un vídeo publicitario muy sugestivo, quizá ambiguo, pues, nos permitimos pensar que los creativos de la compañía no tuvieron la intención de ofender; el caso es que el video muestra a los ocupantes del Titanic y termina diciendo que si aquellos hubiesen tomado RedBull, hubiesen tenido alas y evitado el catastrófico final de la historia.
Muchos han presentado formalmente sus quejas ante la asociación reguladora de publicidad británica, entre ellos el creador de la fundación de herencia del Titanic Howard Nelson, ha dicho le ofende el mensaje publicitario y se unirá a los manifestantes de su inconformidad.
Los expertos en marketing también son artífices en ocasiones de malas jugadas, lastimosamente esto se paga con creces y bueno, quizá el tiempo le permita a RedBull recuperar su imagen de marca y salvar este complejo imprevisto que hoy se le ha interpuesto.
El spot publicitario en mención es el siguiente: