Atrás han quedado los viejos sistemas de contratación en los que se buscaba durante las entrevistas de trabajo al típico candidato de corte pulcro, traje formal, corbata, mirada seria y una etiqueta de catador de vinos. Con el boom digital los papeles se invirtieron y ahora “raro” es el perfil más innovador para cualquier empresa y uno de los más apetecidos.
Candidatos en serie
¿“Raro”, el perfil más innovador para cualquier empresa? Muchos se pueden escandalizar con solo leer el título de este breve artículo, la rareza es sin duda algo bastante ambiguo y subjetivo, lo que para muchos es raro para otros puede ser completamente normal y ese no es el punto clave que buscamos discutir.
Diferencia, podría ser la palabra clave que integre a este conjunto de raros que buscamos en nuestras listas de candidatos en la actualidad, anteriormente los empleados eran indagados y perfilados como si de una fabrica en serie se tratara: profesional, estable, culto, bien vestido, con buen léxico.
El cine es una clara muestra de lo lineal que era este proceso y lo cerrado que era, incluso se apropió de estas características y creo actuaciones tan similares una entre las otras que no sabes bien de que película es que recuerdas la típica escena de entrevista de trabajo.
Así, construíamos equipos de trabajo tan homogéneos e idénticos que obtener resultados diferentes era casi una utopía, si, había rendimiento, pero nada de innovación.
Diversidad
Este sistema de contratación y establecimiento de equipos homogéneos era útil en aquellos tiempos en los que una buena idea podía generar rentabilidad por décadas con solo mantener un ritmo de trabajo adecuado, pero ahora no tiene ninguna utilidad.
La digitalización de la información y la llegada de la tecnología a todos los ámbitos alteró por completo la forma de trabajo, hay una volatilidad de ideas sin precedentes y el tiempo de sostenimiento de un producto, por novedoso que sea, es bastante corto en auge de un mercado tan cambiante.
Por ello, la diversidad en los equipos se ha hecho indispensable, pues hay una continua necesidad de innovar, de crear, de establecer nuevos parámetros, de hacer las cosas al revés, al derecho, de abajo a arriba y de arriba abajo, de experimentar y probar aún las ideas más locas.
El genio es “raro”
Las empresas de tecnología han dado las pautas más claras sobre esta necesidad y han alterado completamente sus entornos laborales para que entre su diversidad, los “raros” se acomoden a sus centros de trabajo de la mejor manera, salas de juegos, dormitorios, colores, medios de transporte internos, freakadas y ñoñadas de todo tipo se han apoderado de las más grandes empresas del mundo.
Y era completamente esperable, aquellos que normalmente eran los “raros” de los equipos de trabajo, que no hablaban mucho y si lo hacían, no eran muy comprendidos, eran sin duda los que tenían las mejores ideas, solo necesitaban un entorno más propio y la confianza de dejar que su creatividad hablara por ellos.
La revolución de los “raros”
Con la flexibilidad de este entorno, el conocimiento de los perfiles necesarios, los “raros” han generado una revolución laboral sin precedentes, han cambiado todo el tablero de juego, han generado un derrumbe en la exclusión laboral, han creado los dispositivos que hoy nos mantienen conectados, han llegado al espacio con sus ideas extravagantes y hoy son sin duda el valor agregado más importante de cualquier organización.
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