El turismo aparece en el departamento del Quindío como una actividad económica alternativa como respuesta a la desplome de los precios internacionales del café a finales de la década de los años ochenta. La coyuntura de la crisis económica que afecta el sector cafetero en esos momentos, hace que varios dueños de fincas, visionarios para la época, contemplen la posibilidad de empezar a prestar servicios de alojamiento rural en sus fincas.
El paisaje del Eje Cafetero ha sido calificado por la Unesco como Patrimonio Cultural de la Humanidad. Sentarse a la mesa con una de las familias más tradicionales del Eje Cafetero y compartir anécdotas e historias es una cosa fuera de serie.
Quindío tiene dos parques temáticos que por sus características se convirtieron en pioneros a nivel nacional, y por consiguiente en el mayor atractivo de la zona. Como consecuencia de lo anterior, El Eje Cafetero ha logrado un posicionamiento destacado en los últimos años, a punto de convertirse en el segundo destino turístico a nivel nacional después de la Costa Atlántica, especialmente en épocas de temporada alta.
Hoy por hoy, el turismo se ha establecido en una alternativa real de desarrollo económico para el departamento del Quindío, prueba de ello es el posicionamiento de la región a nivel nacional como primer destino turístico al interior del país con su producto de turismo rural con más de 500.000 visitantes por año y su ubicación como el segundo destino, después de ciudades de la costa atlántica como Cartagena, Santa Marta y San Andrés, que están en el mercado como destinos turísticos de sol y playa.
Uno de los aspectos más importantes a los que se debe el éxito de la experiencia del Quindío, ha sido el acompañamiento del sector público a los empresarios del turismo y la prolongación de las políticas de desarrollo turístico durante las últimas tres administraciones.
Un hecho de gran importancia que hace más encantador y atractivo el alquiler de fincas en el Quindío, es la amabilidad, calidez y hospitalidad de sus gentes; en cualquier lugar de este departamento siempre habrá un Quindiano dispuesto a orientarlo y atenderlo, todos son encantadores anfitriones, fieles exponentes de la raza paisa que colonizó estas tierras desde finales del siglo XIX.
Visitar al Quindío, las fincas eje cafetero, divisar sus paisajes, compartir con sus gentes y divertirse con los fantásticos planes turísticos eje cafetero es descubrir gran parte de la historia del país, forjada a golpe de hacha y a lomo de mula; es sentir el cotidiano vivir de una raza que se levantó con base en el cultivo tradicional del café y que ahora encuentra en el turismo una nueva alternativa de vida.