La mayoría de las personas que se deciden a iniciar un negocio propio, lo hacen buscando ser independientes y tener más libertad. La libertad personal y la libertad financiera son las más codiciadas razones por las que los emprendedores asumen el reto de crear empresas.
Pero, desafortunadamente, son muy pocas las personas que logran dar el paso, verás que no es tan sencillo ni tan frecuente como parece. Hay muchas excepciones, por supuesto, pero es cierto que una gran mayoría está estancada en poco tiempo, se siente esclava de su negocio, de las obligaciones, los compromisos con los clientes. Y casi que desearían tener un empleo donde no pensar demasiado, no preocuparse tanto, tener una paga segura a fin de mes, y huir a las 5 ó 6 de la tarde cuando ya es la hora de salida general.
En este artículo de dos partes, te enseñaré cómo puedes diferenciarte de este común denominador y qué estrategias puedes aplicar en tu vida para lograr estas tan anheladas libertad personal y libertad financiera. ¿Preparado para esta primer parte? Aquí vamos.
Primero, otro tipo de libertad fundamental
Este es un requisito fundamental si quieres lograr libertad personal y libertad financiera. Debes saber, reconocer, recordar y aplicar lo siguiente: automáticamente, cuando comienzas un negocio propio adquieres otro tipo de libertad: es la independencia, total y absoluta libertad de acción y decisión. Y esto es claramente lo que necesitas para poder llevar adelante las estrategias que te ayuden a lograr los resultados que esperas.
Pero si te quedas atrapado en el “no puedo”, “no tengo tiempo”, “no tengo dinero suficiente”, si te sientes víctima de la situación y no tomas el control de tu negocio, no lo lograrás. Lo siento, sé que soy honesta y un poco dura, pero prefiero que sientas este golpe que sólo estoy intentando darte para que reflexiones, aprendas y tomes “el toro por las astas” que el golpe de la vida tirándote tu negocio por la cabeza porque ya no lo soportas dado que ha crecido como un monstruo que sólo se alimenta de tu tiempo, tu dinero y tus sueños perdidos.
¿Cómo lograr libertad personal en tu negocio?
¿Listo para aplicar las primeras 4 estrategias?
¡Comencemos!
Estrategia #1 – Organización Extrema.
Una de las primeras cosas que le muestro a mis clientes en el comienzo de mis programas es cómo organizo mi negocio. Por supuesto luego cada uno elige su mejor sistema, pero si mi método me ayuda a mí ¿Por qué no habría de ayudarles a ellos, o a ti? Hay tres características fundamentales de mi método. Primero, anoto todo lo que tengo que hacer. Así sea revisar un ebook de un cliente, enviar una propuesta comercial a un prospecto o publicar algunos de mis artículos. Esto me ayuda a asegurarme que todo está ahí. No tengo papelitos dando vueltas por mi oficina, y tampoco tengo que estar recordando las cosas que debo hacer. Utilizo mi capacidad cerebral para razonar, crear y construir, y no para recordar.
En segundo lugar, la priorización es fundamental. Si haces una lista de las cosas que tienes que hacer y te encuentras con 50, 100 ó 150 cosas para hacer, afrontémoslo, no podrás hacer ni la mitad de todas ellas. En cambio, es mucho más productivo saber cuáles son tus prioridades cada día, cada semana y enfocarte allí (y sólo allí). Yo tengo en promedio 2 ó 3 proyectos por mes, y me enfoco en ellos. El resto puede ir moviéndose de un día a otro, o de una semana a otra. A veces se piensa que para ser flexible y tener libertad personal, necesitamos olvidarnos de planificar, organizar y priorizar. Y en realidad es ¡todo lo contrario! Cuánto más estructuradas tengas tus prioridades mejor podrás disponer de tu tiempo de trabajo y tu tiempo libre.
Finalmente, otra característica que define a mi método es que evalúo todo. Es muy sencillo confundirse y pensar que has estado todo el día trabajando y no has logrado nada, pero si anotas en bloques de horas qué es lo que haces, podrás descubrir, por ejemplo, que no estás trabajando pocas horas pero sí que no las estás aprovechando bien. 4 horas en redes sociales, contestando correos y leyendo boletines de otros expertos, puede parecer un arduo día de trabajo, pero si te preguntas ¿Cuánto dinero generaste en base a estas 4 horas con estas actividades? Probablemente la respuesta te deprima un poco.
No me malentiendas. Es importante hacer todas estas actividades. Lo fundamental es planificar cuándo y por cuánto tiempo, para no “colgarte” y darte una mala impresión del tiempo que llevas invertido.
Y no olvides, que independientemente de la herramienta que prefieras (yo utilizo calendario y notas de Outlook y tengo varias planillas Excel complementarias) lo importante es que diseñes tu propio método, y lo lleves a la práctica.
Estrategia #2 – Asegúrate de trabajar al menos 2 ó 3 días desde tu casa.
Si trabajas siempre desde tu casa, tienes este punto ya aprobado. Eso sí, trabajar en casa no significa trabajar en medio de los niños que hacen la tarea, el resto de la familia que conversa, la televisión, etc. Lo bueno de trabajar desde casa, al menos unos días, es que puedes darte la licencia de la comodidad (especialmente si eres mujer y sueles invertir media hora al día eligiendo qué vestir y maquillándote), ganas tiempo que de otra forma hubieras perdido en el tránsito (¿Cuánto tiempo – y energía – pierdes en tu auto o en el metro yendo y volviendo cada día de tu oficina? ¿Qué podrías hacer cada semana si te ahorras ese tiempo de vez en cuando?), te concentras mejor (especialmente si trabajas solo y puedes apagar el teléfono, desconectar internet — sí, es posible, te juro que seguirás respirando si apagas el teléfono y no revisas tus mails cada 3 minutos) y hasta ganarás tiempo de descanso o para hacer tus actividades personales.
Pruébalo. Verás cómo trabajarás en forma más intensa y no terminas tan agotado cuando trabajas eventualmente desde casa.
Estrategia #3 – Cultiva tu mentalidad de empresario y dueño de tu negocio propio.
Tú eres el empresario, nadie estará recordándotelo todo el tiempo. Esto significa que nadie te recordará que eres muy exigente, o que debes ser más flexible con tu tiempo. Sólo tú. Así que “compra” tu rol de empresario y dueño y elige cómo y cuándo trabajar.
No te sientas preso de tu negocio. Si tienes bien implementada la estrategia #1, tendrás cada día una serie de prioridades con las cuales trabajar, que no te llevarán todas las horas que tienes planificadas. Eso significa que si comienzas por la mañana y haces las 2 ó 3 tareas prioritarias que tienes, puedes tomarte una licencia y decidir volver más tarde del almuerzo y hasta tomarte la tarde para realizar alguna actividad personal que desees (ir a buscar a los niños a la escuela, hacer tu deporte favorito, visitar a un amigo). O incluso no estresarte si un cliente o colega planifica una reunión a último minuto, porque tú tendrás la flexibilidad de poder decidir el rumbo, cada día.
Pero lo fundamental es que tú te lo permitas. La mayoría de los empleados dicen “si tan solo no tuviera que pedir permiso para ir al médico o hacer un trámite”. Y la mayoría de los emprendedores dicen “no tengo tiempo ni para comer, ir al médico o hacer deporte”. ¿Ves el patrón aquí? En cualquier caso, algo externo parece limitarte. Muy bien, ¿Eres emprendedor? Despierta! Tú tienes libertad de acción y decisión. Nada tan terrible sucederá si trabajas dos horas menos un día, y las recuperas más adelante. Nada tan terrible sucederá si te tomas un día personal, sólo para ti, para descansar y recargar energía. Y lo bueno que sucederá no sólo será en beneficio de tu negocio sino también de tu propio bienestar personal.
Estrategia #4 – Busca el ambiente para construir, diseñar, crear.
Una de las particularidades que caracterizan a muchos emprendedores es que viven corriendo contra reloj, tienen cientos de tareas operativas para ejecutar y nunca les alcanza el tiempo para nada. En medio de ese caos diario, deben crear nuevos servicios, generar ideas para mejorar la performance de sus clientes, escribir artículos o libros y hacer crecer su negocio. Imagínate intentando concentrarte en cualquiera de estas actividades en medio de una obra en construcción con un taladro rompiendo el asfalto. ¿Puedes hacerlo? Seguro que no. Pues bien, este caos en el que vives, es un taladro constante en tu cabeza. No hay forma de que surjan buenas ideas o te llegue la inspiración en medio de esta “obra en construcción” que está destruyendo todo allí en tu cabeza.
¿Mi solución? Organízate un recreo para construir, diseñar y crear. Cada mes, destino un día completo a estas actividades, sin abrir el correo, sin pasar por facebook, sin atender el teléfono y sin presionarme por lo que tengo que hacer. Por supuesto, para que esto funcione y no le debas a cada santo una vela, debes tener la estrategia #1 bien implementada. Pero una vez que tienes las prioridades identificadas, tienes que poder tomarte un día, sólo para pensar, generar ideas, escribir lo que surja en tu cabeza. Un día al mes, sistemáticamente, y verás cómo empiezas a tener más espacio para la creatividad.
¿Ya dominas esta estrategia? Si estás en un nivel un poquito superior y tus actividades familiares te lo permiten, mi método se complementa con unos días fuera de la casa. ¿Qué tal un retiro de negocio? Si te puedes ir solo, fantástico. Pero si tus compromisos familiares no te lo permiten, puedes irte en familia y aprovechar el cambio de clima para descansar, recargar energía y activar tu creatividad. No hace falta que sea una semana. Yo suelo irme de 3 a 4 días, cada 2 ó 3 meses. Aprovecha las largas caminatas por un ambiente que no es el habitual, el aire libre y el contacto con la naturaleza para despertar partes de tu cerebro que hasta hace poco estaban tapadas por responsabilidades y tareas. Llévate un cuaderno y escribe tus ideas, dibuja un gráfico o un bosquejo con todo lo que se te ocurra. Verás cómo volverás no sólo descansado físicamente, sino también con nuevas ideas y un renovado entusiasmo por tu negocio.
¿Qué te han parecido estos consejos? ¿Estás dispuesto a aplicarlos para lograr la libertad personal que tanto anhelas? ¿Cuál de ellos te ha resonado más? En la segunda parte de este artículo, algunas recomendaciones para lograr la libertad financiera. ¡No te pierdas los próximos artículos! Suscríbete aquí: ¡Estrategias Gratis cada semana!