Puede que usted, amable emprendedor, no crea en los ángeles –cosa que es muy respetable-, sin embargo, existen algunos cuyo carácter no es divino en términos supra-terrenales, como si lo es desde la perspectiva del milagro. ¿Qué milagro? Ese de hacerse cargo de la financiación de su proyecto de emprendimiento, ese de posibilitarle el inicio, con todas las de la ley, de la empresa que usted viene planeando hace largo tiempo.
Business Angel o Ángel Inversor, como lo indica su traducción al castellano; es habitualmente una persona ya jubilada, con el suficiente dinero para dedicarse al ocio, y a aumentar el tamaño de su patrimonio a través de participación económica en proyectos de emprendimiento que considere puedan tener éxito a futuro. Es angélico quizá, porque contribuye, la mayor parte de las veces con la totalidad del dinero que cuesta la iniciativa; empero, y raro sería si no lo hiciese, exige un porcentaje de rentabilidad sobre la inversión realizada, que muy seguramente a usted amable lector y emprendedor, no le afectará más que esa imposibilidad de poner en marcha su idea de negocio.
Éstos ángeles, se encuentran habitualmente en una especie de cielos que se denominan ferias de emprendimiento, ruedas de negocios, eventos de networking, entre otros; y es necesario hacer uso de rezos lo suficientemente convincentes como para que ellos se decidan a ayudarle. Debe usted mostrarse ante los bussines angel, tan bueno como su proyecto, y de cumplir con estas condiciones no será extraño que le hagan el milagrito.
Así pues, conscientes ya de esto, lo que queda por sugerir es la asistencia a todo tipo de eventos en que tenga lugar la presencia de los inversores angélicos, con un proyecto de empresa y la mejor energía del mundo, pues, el camino del emprendimiento no es para nada sencillo, sin embargo, como todo juego, ofrece a sus participantes de vez en cuando algunos comodines.