Autor: Gabriela Revel
A todos aquellos que estamos relacionados más o menos directamente con la Estrategia y la Gestión del Cambio, últimamente se nos pregunta de manera recurrente sobre la Crisis. Ya sea sobre sus orígenes, la manera de gestionarla, la manera de salir de ella, o sobre las consecuencias que dejará, una vez que empiece a amainar.
Mi respuesta es casi siempre la misma: lo mejor que nos puede pasar al salir de esta crisis, es haber aprendido que ni es algo aislado, ni es una cosa excepcional, y sobre todo, que algo parecido, con más o menos violencia, volverá a repetirse de manera cíclica.
Pensar que las empresas tienen una vida estable y serena, súbitamente atacada por algo inesperado e intempestivo, como una crisis, es como pensar que la enfermedad no forma parte de la vida de las personas. Unas veces será una gripe, otras será algo más grave, pero no existe el ser humano “perpetuamente sano”. La enfermedad es a la vida humana, lo que las crisis a las Empresas.
Sucederán una y otra vez, y sólo podemos hacer cosas mientras estamos sanos, para evitarlas en la medida de lo posible, o para paliarlas, si nos llega a contagiar.
¿Qué lecciones hemos, por tanto, de sacar de esta Crisis?
1.- Que es una crisis más. Violenta, pero una crisis más.
2.- Que llegará otra, y después de esa otra, vendrá otra más, y que en el fondo, será una suerte si nuestra empresa sobrevive en el mercado los años suficientes para poder “contar más de una Crisis”
3.- Que de las crisis no hay que ocuparse cuando llegan, sino antes, para prevenirlas, una vez que asumimos que son cíclicas e inevitables.
Con estas tres convicciones, lo que las empresas han de apuntar como lecciones aprendidas a fuego, si no la sabían ya, son:
1.- El endeudamiento y la financiación, no son lo mismo.
La financiación es una manera de aportar aire fresco a la gestión de tesorería, y sirve para mantener el flujo de caja de aquello que “ya tenemos”. Sin embargo, el endeudamiento, es una carga financiera sobre el Balance de nuestra empresa, que vuelca sus costes periodificados sobre nuestra Cuenta de Resultados, y demasiadas veces, ha servido para financiar proyectos de futuro, demasiadas veces no suficientemente evaluados.
2.- ‘Sales is vanity, profit is sanity and cash is reality, dicen los anglofonos El Volumen de ventas infla la vanidad, el beneficio da salud, pero el flujo de caja es realidad! Esta es la lección más importante a recordar por la Empresas y los empresarios, después de esta Crisis, y para afrontar las próximas.
Muchas son las Empresas que mueren de éxito, porque solo miran sus Ventas, muchas otras mueren asfixiadas porque miran sus beneficios anuales. Las empresas que siempre sobrevivirán mejor a cualquier crisis, sea coyuntural o sistémica, son aquellas que puedan seguir pagando a sus proveedores, sean de materia primas, de servicios, o nos vendan horas y sean nuestros empleados, cuando la Banca cierra los grifos. Y ya sabemos todos, y esta Crisis nos lo ha vuelto a poner sobre la mesa, que la Banca da dinero al que no lo necesita, y que además, siempre gana.
3.- Las empresas no deben alejarse excesivamente de su Core Business
La obligación de crecer, en un mundo cada vez más competitivo, ha llevado a muchos directivos adentrarse en terrenos que se alejaban del know-how básico de
su empresa, y por tanto, de su Core Business.
Si hemos aprendido, todos los castellano parlantes a decir marketing, deberíamos hacer de la expresión Core Business algo tan familiar como la palabra Empresa- Core Business. Aquello que es el núcleo central de nuestro negocio. Aquello que sabemos hacer, por excelencia. La columna vertebral de nuestro negocio.
Y para recordar nuestro Core Business, tenemos, obligatoriamente, que revisar cuáles son nuestras Core Competences. Es decir, realmente qué sabemos hacer con excelencia.
A pesar de todos los avances en las teorías del Management, sigue siendo Porter quien nos da las herramientas para hacer esa revisión. El Análisis de 5 Fuerzas: Potencial negociador de nuestros Proveedores, de nuestros Clientes, nuevos competidores potenciales, aparición de Productos sustitutivos y nuestra situación de Competencia actual.
Es muy posible que en estos momentos en que todo el mundo busca Gurús que nos indiquen el camino de salida de este bosque de empresas en llamas, estas 3 verdades parezcan simplezas de perogrullo.
Sin embargo, estoy cada día más convencida de que haber olvidado estos fundamentos en la gestión de tantas y tantas Organizaciones, de todos los tamaños, de todos los sectores, de todos los países, es lo que ha alimentado el fuego de estas llamas.
Los directivos deben retomar de manera urgente el sentido de la realidad, de la eficacia cotidiana, del trabajo bien hecho. Los directivos han de retomar de manera perentoria la convicción de que dirigir una empresa es hacerla crecer, pero que ha de hacerse siguiendo un Mantra ineluctable: “hacer dinero para los accionistas, de manera sostenible, integrando para esto a los empleados, los proveedores y los clientes.”
No hay ninguna definición de Misión, por sofisticada que parezca, que pueda alejarse demasiado de esta verdad, cuyo olvido hoy nos golpea como un puño de acero.
Saldremos de esta Crisis, algunos dicen que ya estamos saliendo, otros que estamos tocando fondo, otros que se ven brotes verdes en la economías mundiales, otros miran subir la Bolsa como una vara de medir.
Pero a todos esos que hoy dicen esto, ya les oíamos antes, y no vieron venir lo que padecemos. Así que tal vez, haya que reconocer que la verdades empresariales siguen subyaciendo en las verdades más hondas que sustentan al ser humano: vivir pegados a la realidad; no gastar más de lo que se gana, no crear riqueza hundiendo a nuestros vecinos, no soñar con Príncipes azules, porque nos volveremos a despertar besando ranas.
Fuente: empresaycontexto.com