Posiblemente, a esta pregunta, muchos contestarían: ¡TODO! Pero si miramos un poco más de cerca en las experiencias de los fracasos que hemos tenido, usualmente encontraremos algunos puntos positivos que rescatar. Muchas veces un fracaso, nos muestra una debilidad, un concepto equivocado, relaciones que no son sanas o apropiadas, y muchísimas cosas más que debemos cambiar, también nos hacen más fuertes, y en determinados casos, más sabios, entonces ¿es tan malo fracasar?
«El fracaso es una gran oportunidad para empezar otra vez con más inteligencia» -Henry Ford
En esta cita, Henry Ford, lo resume muy bien y nos inspira a pensar que el fracaso no es solo una característica humana (todos alguna vez, fracasamos), sino que es además una forma de aprendizaje y de crecimiento que siempre deberemos aprovechar. Más que sentirnos fracasados, deberíamos estar orgullosos, porque llegar a tal punto, es una clara evidencia de que al menos, lo hemos intentado. El fracaso puede darse en cualquier ámbito de tu vida, en el laboral, personal, familiar, etc, y siempre deberemos verlo como un paso más, hacia la meta que queremos lograr (no como el final de la misma.)
¿Qué se puede aprender de los errores y los fracasos?
Si eres inteligente y asumes los fracasos y errores como una oportunidad, tendrás mucho para aprender de ellos, y virar su efecto, para que finalmente, en lugar de perjudicarte, te ayuden a llegar mucho más lejos. De los fracasos podemos aprender:
1.- A moldear nuestra personalidad: lo que somos, cómo nos manejamos en la vida, y la manera en que salimos adelante, es el resultado de nuestras propias experiencias y cómo decidimos enfrentarlas. Así que los fracasos, son modeladores de nuestra propia personalidad, y si dejamos que influya positivamente podemos convertirnos en personas más sabias, más fuertes y más empáticas.
2.- Sumarás valor y coraje: cuando pasamos por momentos difíciles, por situaciones de fracasos, tendemos a hacernos más valientes y sabios para enfrentar nuevos retos en el futuro. Caerse y levantarse luego, nos demuestra que sí podemos, y que aunque nos pueda volver a pasar, tenemos toda la capacidad de sobreponernos a todo lo que nos suceda.
3.- Estimula la creatividad: cuando fracasamos y estamos decidido a lograrlo, no nos queda otro camino que apelar a nuestra creatividad, buscando más opciones para sortear el pasado errado y conseguir una nueva orientación capaz de llevarnos a nuestra meta. Finalmente, un fracaso es solo la muestra de que ese camino que tomamos no era el adecuado, pero nos quedarán muchos más por explorar o por inventar.
4.- Serás una persona más perseverante: a la sabiduría y la fortaleza, deberemos sumarle otro maravilloso don que desarrollamos, cuando somos capaces de enfrentar los fracaso y es justamente: La perseverancia. Es un grandioso valor que nos hace sobreponernos e insistir en seguir adelante, que nos dice: ¡No desistas!
5.- Los Fracasos pueden motivarnos: aunque parezca contrario, un fracaso puede despertar en nosotros esa chispa de energía que nos faltaba para emprender con decisión un camino más firme hacia una meta más alta. Muchos grandes empresarios y emprendedores, lo pierden todo y luego logran sobreponerse y tener mucho más éxito del que habían experimentado antes, pero para ello, nunca perdieron el entusiasmo en salir adelante (ni siquiera cuando estuvieron en la peor de las circunstancias).
Es probable que si miras el Fracaso desde estos puntos de vista, puedas cambiar tu miedo o adversión hacia ellos. Debes pensar que fracasar es algo totalmente natural y en lugar de tomarse como una experiencia aterradora, deberemos enfrentarlo como una parte más de las experiencias de vida que finalmente contribuyen a formarnos como personas y a mostrarnos o guiarnos hacia lo que queremos lograr (incluso, diciéndonos: ¡por aquí, no es!).