Una de las mayores preocupaciones que tienen hoy en día las empresas es la imperiosa necesidad de conocer si van a cobrar las facturas que han emitido.
La situación económica actual hace que vivamos un momento de incertidumbre respecto al cobro de los trabajos realizados. La situación financiera de muchas empresas no es precisamente buena y esto hace que antes de contratar un servicio o vender un producto, sea ineludible sentirse seguro sobre la empresa con la que se va a trabajar para poder realizar cualquier tipo de inversión económica u operación comercial con total tranquilidad.
Esta incertidumbre sobre la posibilidad de no cobrar los trabajos realizados debido a la falta de liquidez hace que las empresas busquen información sobre los clientes con los que trabajan para evitar así vender a empresas que tienen altos índices de morosidad.
Este tipo de información se puede encontrar fácilmente solicitando un informe de riesgo, que permite conocer de forma fácil e inmediata todos los datos del ámbito económico-financiero de la empresa consultada.
Los informes de riesgo ayudan a minimizar el riesgo de impago y la morosidad, ya que facilitan información sobre la situación financiera de las empresas y por tanto la toma de decisiones a la hora de trabajar con cualquier empresa será más acertada (ver aquí).
Los informes de riesgo ayudan a las empresas a:
- Identificar clientes solventes
- Mejorar el conocimiento de clientes habituales
- Tomar decisiones acertadas sobre el plazo de cobro a clientes
La información y el valor que aportan los informes están haciendo que se generalicen cada vez más para una correcta toma de decisiones en cualquier empresa, en el intento de prevenir trabajar con empresas con riesgo de impago.