La evasión de impuestos por lo general se entiende como el acto en que un individuo elige intencionalmente no pagar sus impuestos. Pueden optar por no presentar una declaración, o no incluir información sobre base imponible en la declaración que presenten. Esto puede considerarse como un acto fraudulento por el gobierno, y puede conllevar penas severas si se le encuentra culpable. No toda la omisión de impuestos es considerada evasiva, ya que es posible que pasar por alto algún elemento a la hora de presentar la declaración. Todos tienen la oportunidad de probar su inocencia.
La Clave es la Intención
En todos los casos de evasión de impuestos, depende de Hacienda Pública probar que alguien tenía la intención de omitir parte o la totalidad de los impuestos para evitar pagarlos. Si se puede demostrar que uno no tenía la intención, entonces tendrá la oportunidad de presentar una declaración modificada. Esto corregirá la omisión, y se cerrará la investigación. Por otro lado, si se puede probar que hubo intención de defraudar el gobierno y negar el ingreso debido, el contribuyente será sometido a juicio y posibles sanciones.
Sanciones
Cometer evasión de impuestos es considerado un delito en los Estados Unidos, y cualquier persona culpable de esto puede terminar pagando una multa significativa, o pasar un tiempo en prisión. Cuando a una persona se la haya culpable, podría terminar en prisión hasta por cinco años, o pagar una multa de al menos 250.000 dólares. Para las corporaciones culpables de este crimen es distinto, ya que las multas van desde los 500.000 dólares como mínimo. Ser multado, incluso siendo una corporación, no quiere decir que las partes responsables estén a salvo de ir a prisión, ya que puede ser sentenciado luego que se determine quién fue culpable de la omisión de los impuestos.
También es posible para un individuo o corporación ser sancionado bajo la misma ley por no recaudar o pagar impuestos intencionalmente. Por ejemplo, si un empresario no recauda o paga impuestos en su zona por los productos vendidos, podría enfrentar cargos de delito por evasión fiscal, pagar una multa de hasta $250.000 o ser sentenciado a hasta cinco años de prisión. Una corporación que no pague impuestos federales o estatales por empleado, por ejemplo, se le podría dar una multa del doble, o $500.000, por cada delito.
Declaraciones Fraudulentas
También se considera delito la inclusión de declaraciones falsas en la declaración de impuestos. Esto conllevará una pena de tres años de prisión, y multas de $200.000 para individuos y hasta $500.000 para corporaciones. Cualquier incumplimiento en la presentación de los documentos, en pagar dinero que se debe, o en ofrecer información requerida puede ser considerado como una falta menor. Según Hacienda Pública, esto podría significar un año de prisión y una multa de $100.000 para individuos y $200.000 para corporaciones.