Al contratar una franquicia, no sólo se obtiene un sello o una marca prestigiosa, sino también el conocimiento sobre cómo se deben conducir los procesos, desde el trato con los proveedores y clientes, la preparación del producto y el mantenimiento de los equipos, hasta dónde es más conveniente establecer el local. A esto se le llama el know-how, y para que todos esos procedimientos sean conocidos tanto por quien adquiere la franquicia como por aquéllos que trabajarán en ella, es necesario contar con un manual de operaciones.
Dicho manual es, sin duda, la principal herramienta que se utilizará para alcanzar el éxito en el negocio, ya que en él se describe cuáles son las tareas que deben realizarse, así como la manera de llevarlas a cabo. La pertinencia de las labores está respaldada por toda la experiencia previa de la franquicia, construida a base de pruebas y errores hasta lograr estándares de calidad, eficiencia y satisfacción al cliente.
El primero que debe conocer el manual de procedimientos es la persona que contrata o adquiere la franquicia. Es importante familiarizarse con el manual, pues aunque no se esté directamente relacionado con la operación diaria del negocio, se deben conocer cuáles son los requisitos de la franquicia para mantener la licencia.
En segundo lugar, los gerentes deben conocer el manual perfectamente, ya que serán ellos los responsables directos de que se cumplan los requisitos impuestos por la franquicia, así como de supervisar las tareas de cada una de las personas que laboren en ellas. Idealmente, el gerente será una persona con experiencia en el sector, es decir, que sepa trabajar con base en los manuales que se le entregan y también de actuar apegado a él.
Por último, los empleados de cada área no necesariamente deberán conocer a la perfección el manual de procedimientos, sino únicamente las secciones relacionadas con sus tareas cotidianas. Vale la pena destacar que aquéllos empleados que muestren interés por conocer otras partes del proceso serán aquéllos que mayores probabilidades tendrán de ascender o de tener reconocimiento ante la franquicia.
Uno de las mayores obstáculos que han enfrentado las franquicias mexicanas para despegar ha sido, precisamente, la ausencia de manuales bien delineados, que permita expandir los horizontes de dichas empresas. La dificultad radica en que todos los procesos deben ser estandarizados, estructurados y sintetizados de manera que sean fácilmente comprensibles y prácticamente a prueba de errores. Desarrollar tales manuales es un trabajo arduo y complejo que requiere conocer a la perfección todos los pasos del funcionamiento del negocio, de principio a fin.