La técnica de la personalización es muy usada por oradores de todo el mundo, sin importar su objetivo. Pueden ser vendedores, religiosos, políticos o periodistas. Todos usan este método por ser el que mejores resultados les brinda.
Cuando se personaliza se crea una relación más estrecha con la audiencia, se ven los problemas desde otra óptica, se puede explicar mejor, la gente entiende más, etc. Si una información es compleja para el común de la población, es muy importante usar la técnica de la personalización.
Por ejemplo: queremos informar cuáles son las consecuencias de la suba del 5% de la gasolina. Para que más personas comprendan el mensaje, debemos primero poner esa cifra en algo tangible, es decir, en el precio real que aumentará.
Se entenderá mejor si decimos “sube 5 céntimos el litro de combustible”. Ahora bien, para que el efecto sea aún más hondo, debemos personificar. Esto se logra diciendo: “José, un transportista de Cataluña, tendrá muchos problemas por el aumento de 5 céntimos por litro de gasolina, ya que su ingreso será menor y tendrá dificultades para alimentar a su familia”.
Una vez que hemos dicho ello, la audiencia se imagina la triste historia de José y la recordará con la misma intensidad que la información del incremento del combustible. Esto se debe a que el cerebro regula la intensidad con la que almacena los recuerdos basándose en el estrés que cada uno le produce, según una investigación de la Universidad de California.
La hormona del estrés entonces estimula a reacciones físicas como acelerar los latidos del corazón, porque está creando una reacción por si vuelve a aparecer el mismo peligro.
Esto nos da la pauta que usar la personalización en un discurso puede ser muy productivo. Para aprender otras técnicas sobre como hablar en público, haz click en el enlace del blog de Mynima.