Una serie de consideraciones que no están ordenadas por orden de importancia, pero que todas son importantes:
¿Qué tiempo contempla su planificación? En los tiempos actuales no parece necesario irse más allá de los 12-24 meses. De todas si considera posible irse más lejos, hágalo
¿Cuáles son sus perspectivas de cambio? ¿Qué está haciendo para entender la evolución de su entorno y, como consecuencia, la evolución de su negocio?
¿Qué está haciendo para mantener la satisfacción de sus clientes? ¿Qué quieren o esperan los clientes?
¿Cuál es la situación de sus canales de distribución y venta?
¿Tiene bien calificadas las capacidades de sus empleados?
¿Ha previsto la necesidad de nuevas incorporaciones? ¿Cómo ha pensado seleccionarlas? ¿Cómo ha pensado formar a los nuevos incorporados?
¿Cómo tiene prevista la formación para la mejora continua de sus empleados?
¿Quién no da resultados satisfactorios? ¿Está haciendo algo al respecto? Sugerimos les llame la atención y les proporcione una última oportunidad. Si no responden, tome decisiones.
Por el contrario, si admira buenas actitudes y aptitudes en otros empleados, ¿Les va a proporcionar oportunidades de desarrollo y ascenso, con un plan que pueda explicarles?
¿Está su empresa trabajando en soluciones a los problemas que haya podido estimar?
¿Alguien en su empresa se ocupa de observar la tendencia externa y de la adaptación interna a esa tendencia?
¿Qué grado de satisfacción y confort le proporcionan sus productos o servicios, sus procesos de fabricación, sus procedimientos internos …? ¿Qué cambios ha de emprender? ¿Qué tipo de recursos va a necesitar?
¿Si tiene que asociarse o aliarse con alguien, sabe cuál es el perfil de los posibles socios o aliados?
¿Vigila, mantiene y refuerza sus ventajas competitivas? ¿Vigila a sus competidores y los puede evaluar sin emociones?
Recuerda Leer: Para que el negocio crezca (y 2)
Alberto Aguelo
www.empresadehoy.com