¿Cuántas veces te ha sucedido que a veces comunicas algo y nunca obtienes una respuesta?
Ahora eso llévalo al campo de los negocios… cuando te esfuerzas en hacer lo que tienes que hacer y parece que no tienes una respuesta en tus ventas o conversiones.
Ahora llevémoslo a otro campo y límite… imagínate que estás emprendiendo por Internet, que te esfuerzas durante un par de días escribiendo y subiendo tus artículos a tu blog, quizás a tu correo, o quizás haciendo incluso videos en tu canal de youtube.
Pasa un día, pasa otro y… ¡NADA!
Te saluda Daniel Gaona y hoy quiero traerte este mensaje que me ha tocado no solo mis pensamientos, sino incluso mis emociones.
Hace algunos años decidí hacerme un emprendedor de tiempo completo. La etapa inicial quizás es la más difícil de toda la carrera. Cuando pasa exactamente lo que te acabo de comentar.
Realizas un gran esfuerzo y parece no haber ninguna respuesta de algún tipo, las palabras que escribía y decía parecían irse hacia el vacío y sin tener una especie de
retorno.
En esta etapa es cuando la mayoría renuncia, y dicen cosas como:
- ¡Bah! Eso de los negocios por Internet es un sueño
- Eso de los negocios por Internet es un fraude
- Es una mentira, yo lo intenté y no obtuve una respuesta
La verdad es que frases sobre esta experiencia sobran.
Pero déjame decirte algo… esas palabras si las has escuchado… provienen de personas que no lucharon lo suficiente, de personas que renunciaron tras unos cuantos intentos y ya.
Es casi como las personas que van al gimnasio por unas tres semanas y al ver que su abdomen no se marca entonces renuncian.
Cuando comienzas a hacer ejercicio, tu cuerpo hace cambios invisibles… cuando comienzas a redactar, hay efectos invisibles también.
Hoy tengo la fortuna de haber recibido dos grandes respuestas… la primera de uno de nuestros alumnos de nuestras Mentorías de Círculo Interno, donde los emprendedores aprenden a cómo usar internet para generar ingresos haciendo lo que más les gusta y la segunda de un amigo de antaño.
Llevo conociendo a este amigo la mitad de mi vida y nos reunimos hace un mes a tomar un café y a hablar sobre negocios por Internet. En esa plática, él me dijo que estaba trabajando en la idea de hacer un autorrespondedor. Luego de hablar con él y darle mis sugerencias no obtuve una respuesta de él.
Pensé que sería una de esas buenas ideas que “sería buenas realizarlas”, pero hasta ahí.
El día de hoy hablé y vi el trabajo de ambos.
Julio, nuestro alumno, ha redactado un gran correo electrónico que está a la altura de cualquiera de mis mejores correos… eso para mí es inspiración. El alumno está comenzando a superar al maestro… la alegría llenó mi corazón tras leerlo. ¡Qué orgullo ver que está comprendiendo las lecciones y aplicándolas!
Marcos, mi amigo… me llamó solo para decirme que su desarrollo de negocios está en proceso y que saldrá en un par de meses solamente… y me llamó solo para darme las gracias por las ideas que le aporté.
Estimado lector/a, la vida no siempre te muestra lo que aportas, hay veces que el beneficio no va a llamarte para decirte… ¡mira que bien me ha sentado lo que sugeriste!
No obstante, tu buena acción ha sido mandada a la vida, al infinito… y la vida o el infinito, se encargará de expandirla.
Tu mente quiere ver respuestas y resultados de la manera que ella quiere; pero no siempre los obtendrá así. Y eso no quiere decir que no existan las respuestas…
¡Persiste!
¡Ánimo emprendedor/a, las aves vuelan sin miedo a caer!