En todas las crisis las oportunidades se dan, y están ahí latentes mostrando una solución a través de la cual se puede encontrar fórmulas alternativas que resulten además, eficientes con los requerimientos de una población que sigue demandando viviendas dignas.
La venta de viviendas en zonas de primer orden y la compra-venta de segundas residencias, vive uno de sus peores momentos, muy influido por la falta de financiación pública y privada. Ello evidencia, sin lugar a dudas a nivel mundial, una de las peores crisis para el sector de la construcción. Pero no así, para el alquiler de pisos, por ejemplo.
El mercado inmobiliario tiene en el alquiler, su mejor aliado. La situación actual se está afrontando, políticamente desde las diferentes administraciones públicas y económicamente por los empresarios de los sectores implicados, propiciando las reformas, la rehabilitación de los edificios y fomentando el alquiler de las viviendas, tal como ya hemos indicado.
Pero claro está, ante la inexistencia de la financiación hipotecaria, el nicho de mercado que puede prosperar, de hecho es una realidad constatable sobre todo en las grandes ciudades para sacar a flote la gran oferta de pisos es el alquiler de los mismos.
No en vano, las inmobiliarias en Valencia han informado en reiteradas ocasiones del descenso del interés por la propiedad privada y el auge del alquiler como opción más efectiva ante un escenario financiero adverso e incierto aún.
Además, el alquiler si se une a otros servicios como son la limpieza, la lavandería, el planchado, el acompañamiento, el mantenimiento y adecentado del hogar, etc. Posibilita incrementar el volumen de negocio y llegar a sectores bastante más amplios. Recién casados, estudiantes, profesionales de la enseñanza, funcionarios en general que son trasladados, trabajadores desplazados, solteros y jóvenes que pueden y necesitan independizarse, extranjeros residentes.
Actualmente, todo esto funciona muy bien aprovechando la sinergia de las nuevas tecnologías móviles y el acceso cada vez mayor a las distintas redes sociales que operan a través de internet. A estos servicios, es interesante sumarles la mayor información posible (localización, financiación, fiscalidad,…). Se trata de estar puesto en ello y tener la necesidad de trabajar. Es cuestión de ingeniar, innovar, moverse y preparar verdaderas ofertas atractivas. Sin olvidar de hacerlas accesible a la ciudadanía globalmente.