Hay un antes y un después desde la primera vez que saltas al vacío. Hay un antes en el que sientes miedo y hay un después donde sientes valor. Tiempo después, cuando decides nuevamente saltar al vacío, te aproximas al borde tal vez sintiendo que te tiemblan las piernas, pero sin ansias de detenerte porque ¿Por qué dejarías que el miedo te detuviera?
–El NO ya lo tienes- me dijo una vez un gringo simpático después de regañarme por llegar tarde a nuestra cita- Atrévete a dar lo mejor de ti, a vivir tu vida, a luchar por su sueños y conseguir lo que quieres. ¿Qué es lo peor que puede pasar? El NO ya lo tienes, arriésgate por el SÍ.
Le escuché sintiendo como el corazón me latía más. En aquel momento me sentía muy rota, asustada; la palabra “fracaso” no dejaba de darme vueltas en la cabeza.
Yo misma me seguía poniendo como víctima y aunque estaba harta de eso, no tenía ni idea de cómo dejar de hacerlo.
¿Cómo podía recuperar el sueño de mi empresa?
¿Cómo podía levantarme y volver a creer en mi si sentía que todo se había caído en pedazos?
¿Cómo podía iniciar de nuevo si no tenía confianza?
¡Vaya! Déjame confesarte que en ese momento de mi vida, creí que ese tipo de cosas solo me pasaban a mí.
–Debo de ser la mujer con más mala suerte de la ciudad-pensaba para mí misma y observaba a los demás pasar felices, contentos, dispuestos a levantarse a trabajar cada día en una empresa ajena o con las agallas y la convicción absoluta de trabajar para la suya.
-Nada más falta que te orine un perro Susa- se carcajeaba de mi uno de mis buenos amigos, el mismo que me ayudo a mudarme a un departamento pequeño- pero va a estar bien divertido cuando te pase, me llamas si no estoy cerca. Deja que me ría un poquito.
No me orino un perro, afortunadamente, pero déjame que te cuente que sí me pasaron otras cosas. Cosas raras, cosas que no esperaba, cosas que me dolieron. Historias que bien pueden ser material de un libro y al mismo tiempo, en su momento, me provocaron ganas de esconderme bajo mi cama.
– Yo solo quiero una empresa de diseño– cuestionaba al mundo- ¿Por qué hay tantas cosas que resolver? ¿Por qué tengo que saber de tantas cosas? Y ahora también ¿Por qué tengo que ser cada día una mejor persona; más fuerte, más sabía, más paciente?
Y te diré la respuesta que he descubierto al pasar de los años:
Porque de eso se trata la vida.
El camino del emprendedor y del pequeño empresario no es precisamente un camino recto, sin obstáculos, hecho de azúcar. Hay obstáculos, hay retos, hay toda extraña clases de criaturas; ni buenas ni malas, simplemente sorprendentes. Es como una aventura llena de magia; a veces te rasparas un poco las rodillas al caerte; a veces va a parecer que es muy de noche y no amanece. Es probable que acabes confiando en un ser que te morderá la mano y rechaces la mejor ideal del mundo porque la consideraste una locura.
Y todo, todo, todo ES PARTE DEL PAQUETE.
¡Ah la maravillosa vida!
¡Ay el fantástico viaje del emprendimiento!
Te aseguro, que vale la pena.
Hoy que hablaba con un grupo de emprendedores les decía justamente todo esto.
-Háganse el favor de ser honestos. Hazte el favor de ser valiente e ir tras tu sueño. Cúmplele a tu niño interior, el NO ya lo tienes; lucha ahora por el SÍ. DA tu mejor esfuerzo.
Te juro que TÚ PUEDES HACERLO.
-¿Y qué hago con el miedo?- me preguntó uno de los asistentes- yo quiero hacer todo lo que tú dices, pero ¿Qué puedo hacer realmente, cada día para dar un paso?
Te diré el par de consejos para tratar con el miedo y tomar acción que le he dado desde mi corazón:
- Dale permiso de existir a tu miedo. Ya sabemos que no es tu mejor amigo, pero no lo conviertas en tu peor enemigo. Siente ese miedo, desahógate a solas un rato. Llora, grita, hazte bolita un momento. Y después, levántate y haz lo que tengas que hacer. ¡Tú lo sabes! Solo estás fingiendo que no.
- Si no sabes qué hacer, averígualo. Imagínate que en serio no sabes que hacer ¿Qué debes hacer? Sí lo sabes: el primer paso sería justamente AVERIGUAR qué debes hacer (válgase la redundancia), cuál es el siguiente paso y para eso puedes leer artículos, libros, buscar cursos y mentores. Irás poco a poco encontrando la respuesta.
- Toma riesgos moderados. Vaya, quizás renunciar a tu empleo de un día al otro es un cambio muy brusco. Bien, comprendo ¿Y qué tal si te pones una fecha? ¿Y qué tal si también pones una fecha para decidir qué negocio quieres iniciar? Y ya aprovechando, este mismo fin de semana, te arriesgas y te compras un libro o te inscribes a un curso online. ¡Tú puedes hacerlo!
- Deja de torturarte con el pasado o el futuro. Disfruta tu momento presente; no te excedas revisando tus errores del pasado: extrae el aprendizaje y después déjalos realmente ir. Y sí, se vale planear lo que viene, pero no te excedas. Si vas a leer tu primer libro sobre negocios o te estás inscribiendo en tu primer curso online, no te estreses de más y ¡disfrútalos! Aprende.
- Haz una prueba. Sea que tengas un negocio o estés a punto de iniciar, hacer una pequeña prueba de mercado siempre conviene. ¿Quieres vender panquecitos? Cocínate unos este fin de semana y trata de venderlos, observa cómo reacciona tu mercado honestamente. ¿Quieres sacar un nuevo servicio en tu empresa ya establecida? Llámale a los clientes a los que crees que podría interesarles y comprueba si realmente les interesa; o bien, saca un pequeño cartel afuera de tu local o en redes sociales y observa si hay o no reacción.
Si crees que puedes hacerlo, puedes hacerlo. Si crees que no puedes hacerlo, no podrás hacerlo. Lo que sea que decidas creer ¡vas a tener razón!
Hay un montón de ideas creativas y maneras de desarrollar un negocio que puedes usar a tu favor. No dejes que nada te detenga, especialmente el miedo, especialmente tú mismo. En mi experiencia, lo que obtienes al dar el salto al vació es siempre mucho mejor que quedarte estático, inmóvil, en el borde sin atreverte a hacerlo. Claro, de vez en cuando te das un buen golpe, pero ¿Sabes qué? Solo tomas aire y te levantas.
Porque pase lo que pase, tú eres un ser poderoso y talentoso.
Que tengas un excelente día.
Si quieres recibir correos de mi parte con distintas historias u ofertas, suscríbete a mi lista de correos desde este enlace.
Si quieres leer las frases motivadoras que antes que nada me digo a mi misma sígueme en Twitter: @susabaiza
Si quieres saber quién carajo soy y todo lo que hago además de leer muchas más cosas de negocios y personales, te invito a que visites mi sitio web www.susanabaizabal.com
Y recuerda que realmente me interesa saber ¿De qué manera puedo apoyarte? Vivimos en una cadena eterna donde nos conviene la abundancia mutua. Suena a que estoy loca, lo sé; es posible, pero eso no demerita que sea real para mí y para muchos otros más.