En tiempos pasados, inventos como la radio (1.896) y la televisión (1.926) marcaron un hito en el crecimiento de la humanidad. Gradualmente fueron convirtiéndose en poderosas herramientas de comunicación a nivel mundial a tiempo que desarrollaban diversos mecanismos comerciales que se consolidaron hasta formar, en muchos casos, poderosos conglomerados económicos.
Actualmente son medios que abundan alrededor del mundo con amplia variedad, contenidos y calidad. De hecho, siguen evolucionando en busca de nuevos mercados y diversos intereses.
Con el advenimiento de Internet, podría decirse que estamos frente a una nueva revolución tecnológica en las comunicaciones, acompañada por los más diversos dispositivos que, cada vez nos sorprenden más con la accesibilidad a nuevos usos.
Quizás ningún adelanto humano había generado antes tantos cambios a la vez. Con Internet se ahorra tiempo y dinero: muchos trámites, pagos y transacciones se pueden hacer en línea. Con Internet se aprende y educa: ya existen cientos de programas académicos tanto formales como informales de las más diversas instituciones y negocios que permiten esta posibilidad. Con Internet se entretiene y divierte: Youtube y las redes sociales, además de incontables plataformas ofrecen la más amplia variedad de contenidos para todos los gustos y edades.
No hace mucho que dependíamos de la programación de los canales de tv. Hoy día, todos podemos conocer las noticias, los deportistas, los actores, cantantes, grupos musicales, personajes del arte, la ciencia y la política, etc. de casi todos los tiempos, gracias a la magia de Internet en el momento que queramos y sin la dictadura de los comerciales.
Esta revolucionaria herramienta ha impactado tanto a la sociedad que periódicos y revistas de papel, el cartero, las estampillas, entre otros, están acaso irremediablemente en vías de extinción.
Podría decirse que Internet es la ‘Caja de Pandora’ del Siglo XXI, por el inmenso poder y posibilidades que encierra en sí misma, con potencial para casi todo lo que se quiera, pero creo que sus oportunidades rebasan con creces a sus potenciales amenazas.
Ni qué decir lo que Internet representa, comercialmente hablando: literalmente la oportunidad de hacer negocios para todo el mundo, desde las inmensas multinacionales hasta el negocio de la esquina, pasando por la posibilidad de generar un ingreso extra -o porque no, independizarse- que le da a cualquier persona que se lo proponga.
Bien puede afirmarse que Internet es todavía una adolescente muy prometedora, que a sus tiernos 19 años de existencia ya se ha convertido en un potencial casi infinito de oportunidades.
En contraste, si recordamos la radio o la tv, las escasas maneras de ganar dinero con ellas era vendiendo receptores, publicidad o trabajando directamente para ellos y, casi siempre, dependiendo de sus dueños.
Hoy las cosas son diametralmente distintas, pues si bien las grandes empresas e instituciones de todo tipo generan inmensas ganancias con Internet, casi cualquiera puede hacer dinero con este medio.
La diferencia estriba en que mientras los primeros disponen de abundantes recursos de todo tipo para seguir creciendo, a los segundos deben, en muchos casos, empezar de ceros, pero bien vale la pena, ya que si existe disposición para aprender y perseverar, las posibilidades de éxito son bastante altas y prueba de ello es la cantidad de personas que viven cómodamente de sus negocios por Internet.
En ese sentido, lo primero es investigar el mercado y establecer qué necesidades hay por satisfacer en mi entorno o especialidad.
Lo siguiente es elaborar una planeación estratégica para poner en marcha el proyecto, estableciendo costos, características y productos o servicios que se quieren ofrecer por este medio.
Y lo más importante, ¡poner manos a la obra!