En oportunidades, “vivimos sin Vivir”, esta frase nos puede llevar en el tiempo a algún momento de nuestras vidas, en el cual nos sentimos sin ningún tipo de deseos, cero impulsos, estamos en blanco; es allí donde pensamos, “es que acaso No estoy Motivado”. Y es que la Motivación, es efectivamente una necesidad interna, que activa el comportamiento humano en una dirección para lograr algo que queremos o deseamos.
Es por ello que cuando el ser humano en oportunidades choca de frente con una situación que rompe con sus necesidades, dependiendo del nivel de afectación, puede generar dificultades para asumir su día a día. Por ejemplo cuando una persona pierde su empleo, en ocasiones siente, que lo pierde todo, que no merece eso por lo que esta pasando, se preguntan, ¿Y por que a Mi?… Sin obtener repuesta satisfactoria; para luego entrar en el camino de la Depresión, y el déjalo pasar. Ello hasta que, logran comprender que es necesario salir de ese agujero y Dar la Cara a la Vida, asumir la situación y buscar soluciones viables.
En oportunidades, también, evidenciamos falta de estímulos, tal vez el medio donde nos desenvolvemos no es el más satisfactorio para desarrollarnos, y ello, lógicamente, nos afecta, y va minando nuestra posición inicial; son muchas veces esos factores que nos rodean que influyen de manera determinante y definen nuestras acciones y aptitud final ante la vida.
Es por ello que, en definitiva deben estar dadas las condiciones favorables en todos los aspectos para que el individuo se sienta confortable en si mismo, debe existir Motivación, interrelación y capacidad para interrelacionarse que genere esta actitud favorable que debe poseer el individuo para sentirse positivo.
Es obvio pensar que más que la habilidad que pueda tener un individuo, es el aspecto motivacional, el que se constituye en la Clave para generar un alto nivel de desempeño en sus actividades, sean en su hogar, en su trabajo o en sus relaciones con el entorno en general, y por ende en su productividad.
Lo anteriormente expresado, se constituye en la punta de lanza que rigue la posición de los seres humanos y de como estos encaran la vida.
Imaginemos la situación actual del país, en la cual observamos deficiencia en los mecanismos de producción, con un Producto Interno Bruto (P.I.B.), en los más bajos niveles evidenciados en la historia, generando altas tasas de Importación de Productos de consumo masivo, deficiencia en los Canales de Distribución, generando a su vez altos Niveles de Escases y de incremento en los Precios al Consumidor, materializado esto en la vida cotidiana, influyendo, obviamente en el grueso de la población, materializándose, en un país con individuos que viven decepcionados, porque no pueden conseguir los productos que requieren para satisfacer sus necesidades diarias; situación esta que los arropa y que minimiza su Calidad de Vida.
Este panorama, aunado a la gran incertidumbre en materia de seguridad personal, existente, influyen de manera determinante en el enfoque positivo que pueda tener la población respecto al futuro; e influye en su perspectiva interna.
Entonces, sin lugar a dudas, todos estos aspectos van socavando las bases internas de los individuos, individual y colectivamente, y merman en definitiva el nivel de motivación que estos puedan tener de frente a un futuro incierto, y la afectación en su vida futura y la de sus descendientes.
Lic. Yelitza del C. Oronoz