¿Ha llegado tu negocio a un punto en el que parece no avanzar? ¿Te cuesta cada vez más conseguir clientes, pero no estás seguro de por qué?
Hoy te muestro 5 señales de que tu marca está pidiendo -quizá a gritos- una renovación.
Como dice alguien que conozco, a veces lo que se necesita es un «F5».
Hay días en que las páginas web que nos interesa ver no cargan. Esperamos, con una impaciencia que aumenta cada segundo, hasta que por fin termina de cargar el contenido. Otras veces no tenemos tanta suerte, y decidimos abandonar el esfuerzo.
Eso pasa también con las marcas. Y todos, todos, tenemos una.
Muchas veces pensamos que al ser una pequeña o mediana empresa, o incluso un negocio unipersonal, no nos deberíamos preocupar por eso. Que eso es solo para marcas de Coca Cola en adelante. Que eso es muy “de estética”… los mitos son varios y van en esa línea.
Pero no es cierto. Si has fundado un negocio deseando ayudar a un cliente con necesidades específicas, y lo haces de una manera particular, entonces aunque no pienses mucho en ello tienes una marca.
Todos hacemos promesas. Y las marca de un negocio es eso: su promesa a todos aquellos que decidan comprarle.
Si un negocio no está vendiendo, muchas veces no es por culpa del producto o servicio. Es por no saber comunicar el valor, por lo que los clientes al final terminan decidiéndose por los más baratos, o por aquellos que se saben promocionar mejor. Lo peor es que no siempre estos son los mejores, pero el venderse mejor hace la diferencia.
Y saber comunicar “tu marca”, esa manera única con la que resuelves el problema del cliente, te ayudará a posicionar tu negocio donde lo quieres.
He aquí esas 5 señales:
1. No tienes claro quién es tu cliente ideal
¿Sabes quién se beneficiaría más de lo que ofreces y por qué? Si te cuesta contestar esa pregunta, estás en problemas. Las personas toman la decisión de compra en base a un deseo o un problema que quieren resolver ahora. Así que el mejor modo de “ayudarles” a tomar la decisión es mostrarles cómo puedes darles lo que buscan.
2. Tu cliente ideal ha cambiado
Si empezaste tu negocio hace algún tiempo, con una propuesta de valor enfocada en unos clientes que ya no son tus clientes, necesitas cambiar. Toda relación evoluciona, y eso incluye relaciones de negocios. Tanto los mercados como los negocios evolucionan constantemente, y pueda que hayas detectado otras necesidades qué resolver, por lo que ahora son otros los que te necesitan. O esos que te necesitaban antes, ya no te buscan.
3. Las necesidades de tu cliente ideal han cambiado
Pueda que te mantengas queriendo servir a las mismas personas, pero lo que les urge resolver -ojo, no dije lo que “necesitan” resolver, sino que les urge- es distinto que cuando comenzaste. Pueda que antes sus prioridades hayan cambiado, y por eso las alternativas que buscan son diferentes. ¿Qué tan enterado estás de esos cambios? ¿Qué tanto estás dispuesto a cambiar en lo que ofreces y cómo lo haces para atender esas prioridades?
4. La diferencia entre tú y la competencia es impalpable… quizá inexistente
Palabras como “somos los mejores”, “ofrecemos un servicio de calidad” quizá sonaron bien hace años, pero ahora están tan usadas que no le dicen nada a nadie. Siempre, donde hay demanda de un mercado, habrá competencia. Así que es urgente -en especial para las PYMES- aprender a comunicar sus diferencias respecto a los demás. Las grandes marcas pueden darse el lujo de perder años y miles de dólares en el proceso. Las PYMES no.
5. Tu pasión late en otra dirección
El escritor Julio Cortázar decía “yo sé bien donde tengo el corazón y por quiénes late”. Como te decía antes, todos estamos en constante evolución, y de repente pueda que nuestra pasión por suplir una determinada necesidad de una manera específica ya no nos despierte lo mismo que antes. Las marcas pueden construirse de muchas maneras, pero sin corazón no conectarán con su público jamás.
Así que si tu negocio presenta alguna de estas señales -o todas!- es momento de pensar en renovar esa promesa que todos los días haces a tus clientes a través de los distintos medios en que interactúas con ellos.
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