Mucha gente sueña con iniciar su propio negocio y alcanzar independencia. Este propósito es magnífico y una enorme cantidad de personas están dando los pasos correctos que los llevarán al éxito.
El emprendimiento personal no es sencillo y hay que enfrentar una gran cantidad de retos. El inicio puede invadir el entusiasmo, pero, una vez que comienzan las dificultades, es donde en verdad se pondrá a prueba si se posee el carácter de un emprendedor.
Antes de iniciar un negocio hay que analizar todas las ventajas y desventajas, al igual que los riesgos asociados, porque antes de fortalecer muy bien el proyecto hay que ejecutar una gran cantidad de actividades. Dentro de los desafíos del emprendimiento personal se encuentran los siguientes…
1. Dejar algo relativamente seguro por una apuesta desconocida
En una gran cantidad de anuncios de inversiones se lee “multiplique su dinero”, “sea un empresario exitoso”, “sea el dueño de su tiempo”, etc. Esos objetivos pueden cumplirse sin lugar a dudas, solo que después de bastante trabajo bien dirigido.
Una persona que tiene un empleo tiene ingresos relativamente seguros, porque a menos que se presente un cambio drástico, como un despido, la persona cuenta con un salario. El emprendimiento posee una enorme perspectiva de crecimiento, solo que hay que comenzar a “gatear” primero y mucha gente no tiene ni la paciencia ni tampoco la voluntad para hacer una apuesta a largo plazo.
2. Estar dispuesto a pasar un sequía en los ingresos, para tener un mejor estilo de vida más adelante
En algunos casos hay personas que comienzan los emprendimientos con una cantidad apreciable de recursos y pueden soportar con mayor holgura el tiempo de “sequía de ingresos”, en otros casos las personas están al filo de sus recursos y soportar períodos en los cuales los ingresos son muy bajos puede ser bastante complicado. Sin embargo, Steve Alpizar en el libro «Tácticas Para Triunfar» dice que se puede jugar con la presión de manera favorable; si se cortan todas las vías de ayuda o escape, el poder mental estará “acorralado” y es ahí cuando la persona afirma “aquí triunfaré” al seguir esforzándose en las condiciones más difíciles, siempre aparece la respuesta favorable.
3. Aprender a hacer bien el trabajo
Observar desde afuera un emprendimiento es muy diferente a estar dentro de él, por eso muchas personas se engañan, creen que en poco tiempo lograrán resultados extraordinarios porque suponen que el trabajo será sencillo, pero ya cuando están en la práctica se dan cuenta que no es así.
Aprender a ejecutar muy bien un trabajo requiere una inversión de tiempo que normalmente se mide en miles de horas. Por ejemplo, una pequeña empresa necesita manejar muy bien los procesos, descubrir las mejores estrategias de comercialización, encontrar las formas efectivas de llegar a los clientes, mejorar procesos administrativos, etc. Cada una de las áreas se va perfeccionando con el tiempo y también con la disposición de recursos.
4. Se pasa de menos a mucho más trabajo
El emprendimiento exige una enorme cantidad de trabajo al principio. Si los recursos son limitados, los socios tienen que hacerlo todo y no es extraño que se comience temprano y se continúe trabajando a altas horas de la noche.
5. Hay que sacrificar muchas cosas
Se sacrifica la diversión, familia, otros objetivos, etc. Todo porque se necesita la energía dirigida al emprendimiento. Esto puede ocasionar muchos conflictos con la familia y se deberá lidiar con ello.
6. Esperar con paciencia el buen funcionamiento del negocio
Si se trabaja con bastante pasión y responsabilidad, los resultados positivos tienen que aparecer pronto, sin embargo, no existe una garantía en el tiempo, así que los emprendimientos no son para personas que fácilmente pierden la paciencia.
Al final, todo el precio de los sacrificios que se hagan por consolidar un emprendimiento personal dará beneficios maravillosos. La gente que logra el éxito experimenta la felicidad de ser la dueña de su propio destino y tener a su disposición un terreno inagotable de oportunidades.
¿Cómo desarrollar una mentalidad emprendedora?
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