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Los buenos negocios se construyen

Es muy frecuente que las personas busquen los buenos negocios para hacer sus inversiones, esto significa rubros que se consideran lucrativos y con excelentes oportunidades.

Lo cierto es que los buenos negocios se construyen y, aunque se esté en rubros que muchos consideran rentables (como la comercialización del oro, explotación petrolera, el negocio de las comidas, etc.), si no se hacen las cosas de la forma correcta, esas inversiones serán un fracaso. Un negocio básico se convierte en extraordinario después del trabajo disciplinado de años.

Las claves para hacer que nuestro emprendimiento sea considerado dentro de los buenos negocios:

1. Buscar una alta diferenciación de nuestros productos y/o servicios

Pregúntate: ¿En qué se va a diferenciar tu producto o servicio respecto a la competencia?

Si quieres destacarte no basta hacer el trabajo de una forma tradicional, sino ir más lejos de lo convencional y ofrecer a tus clientes una experiencia completamente diferente y positiva. Esa diferenciación no se obtiene de la noche a la mañana. Hay que investigar, ensayar, invertir tiempo y dinero para embarcarse en un proceso de mejora continua que brinde increíbles resultados.

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2. Pensar de forma más ágil que la competencia

La globalización se mueve a un ritmo bastante fuerte y por ello tú también debes entrar en esa dinámica.

Intenta pensar más rápido que tu competencia y organiza procesos que sean muy difíciles de igualar. Los procesos que se han analizado detalladamente resultan difíciles de copiar porque hay miles de horas invertidas y pocos se atreven a hacerlo.

3. Usa la filosofía japonesa de los tres pasos: Imitar, Igualar y Superar

Al comienzo de un emprendimiento hay que imitar. Sería absurdo pretender “inventar el agua caliente”.

Imita a la gente que ya tiene la experiencia, luego trabaja para igualarlos y, finalmente, con esa base podrás superarlos.

Vale la pena enfatizar que todo este proceso en la práctica no ocurre en poco tiempo, sino que lleva muchísimo esfuerzo.

4. Define una gran visión y avanza metódicamente en esa dirección

Esta estrategia es crucial y muchos emprendimientos no evolucionan porque se quedan cortos en su visión.

Si trabajas duro, pero tu mente está anclada a tener un negocio muy rudimentario, pasarán varios años y seguirás en el mismo punto.

Construye una gran visión, piensa en grande, sin miedos o suponiendo que es demasiado difícil llegar a una posición de privilegio.

5. Invierte la mayor cantidad de tiempo, conocimiento y dinero en tu negocio

Todo éxito requiere tres inversiones básicas: dinero, conocimiento y tiempo.

Invierte en tu formación, asiste a cursos, programas, adquiere libros y herramientas que facilitan el éxito.

Destina la mayor cantidad de tiempo a tu emprendimiento, de esa forma comenzarás a consolidar tu negocio y, aunque hayas iniciado de cero, encontrarás la ruta correcta para un acelerado crecimiento.

Nunca debes dudar de tus capacidades y el increíble poder de la autodeterminación. En los negocios y en cualquier otro objetivo, lo que más importa es la determinación de hacerlo.

La gran mayoría de los buenos negocios comenzaron en condiciones muy precarias, lo único es que sus emprendedores tenían la visión, el compromiso, la disciplina, grandes deseos y vinieron trabajando de forma ordenada para hacer crecer una pequeña semilla en un enorme árbol.

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