Los alojamientos temáticos podrían señalarse, como una extraordinaria idea surgida en la era de la globalización y en respuesta a una apresurada competencia turística. En busca de algo novedoso o diferente, se encontró un valor que puede ser muy bien aprovechado por sus precursores, incluso dentro del amplio abanico de ofertas que propone el mercado. Como su denominación lo indica, los hoteles temáticos ofrecen al visitante, un especial ambiente, comodidades, decoración, servicios y actividades, acordes a un tema específico. Desde las paredes y objetos de la habitación hasta la atención del conserje, todo conduce a: los negocios, el arte, la música, el diseño, la ecología, el deporte o la gastronomía.
Si existen personas que coleccionan estampillas, autos, películas, pósters o música, ¿Por qué no puede haber un hotel con todos nuestros elementos preferidos? Si alguien busca una estadía diferente, si alguien quiere estar rodeado de su tópico favorito, esta es la oportunidad perfecta.
Novedosa forma de promover el turismo: la hotelería ofrece alternativas según los gustos de los clientes.
Paso a paso, en Colombia se comienza a recuperar el “turismo interno”, es decir, a los propios colombianos que prefieren conocer a fondo su país, en vez de viajar a rincones alejados del planeta en busca de sensaciones fuertes.
También los turistas extranjeros, a pesar de lo costoso que resulta pasar vacaciones en Colombia, vuelven atraídos por la oferta de los hoteles temáticos.
Turismo participativo
Turismo temático representa más diversión, juegos y actividades específicas para los huéspedes. Ahora hay hoteles con afamados “chefs” que ofrecen a los huéspedes la posibilidad de ponerse un delantal y trabajar codo a codo con ellos en la cocina, preparando los platillos que ellos mismos desean consumir.
Diversiones únicas.
Estos hoteles «temáticos» generalmente son establecimientos pequeños, lujosos, decorados con mucho estilo, que brindan diversiones originales y muchos servicios.
Aunque hay grandes hoteles que también pueden llamarse «temáticos». El tipo de público que quieren atraer es gente con dinero que quiera entretenerse y estar bien atendida. Los huéspedes van desde ejecutivos adinerados que buscan tanto acceso inalámbrico a Internet y centros de relajamiento, y solteros chic que buscan una decoración elegante, sábanas de buen algodón y mucha atención personalizada, hasta familias jóvenes que buscan actividades divertidas para todos.
Las conclusiones de un estudio
La firma londinense Robert Milburn, que estudió 133 hoteles en Europa que ofrecen el turismo temático, dice que este tipo de establecimientos se ha convertido en una atracción tan importante, o más, que la propia ciudad o pueblo donde están ubicados. Y cada vez hay más. El estudio mostró un alza de 10% en el número de hoteles temáticos en Europa desde 2002, mientras que el número de habitaciones creció un 13%.
Esta tendencia comenzó en los años 80, con la aparición de hoteles pequeños y únicos (conocidos como hoteles boutique), con servicios más personalizados. Los hoteles más grandes, mientras tanto, comenzaron a mejorar sus espacios y a convertir a sus cansados restaurantes en sofisticadas brasseries. Hoy, tanto los hoteles boutique como las cadenas han intentado reinventarse y transformarse en algo más que un elegante lugar donde dormir.
Ahora se trata de convertirse en un destino por medio de la oferta de atracciones imaginativas, algunas más extravagantes que otras.
Se trata sin duda, de otro tipo de consumidor que alimenta la demanda de este tipo de turismo: viajeros jóvenes adinerados que aparentemente están más interesados en la calidad de la experiencia que en el precio. Una tendencia que ya está en la región y que en Colombia se puede disfrutar de hoteles en Medellín y hoteles en Cali entre otros.