Estamos a unos cuantos días del primer mes del año y hoy quiero hacer el trabajo de tu “consciencia”.
¿Cómo van los avances en lo que te prometiste cumplir para este año?
En cuanto a mí se refiere, comencé una nueva disciplina a partir de Septiembre de 2015 (el año anterior) la cual venía cumpliendo impecablemente.
Despertaba a las 5:30 am, leía en promedio 40 minutos de algún libro “sapiensal” (como lo dice Robin Sharma para referirse a aquellos que están dedicados al despertar mental y espiritual), meditaba por lo menos 20 minutos justo después de mi lectura y hacía ejercicio por un lapso no menor a 1 hora.
Todo fue bien para mí hasta antes de la cena de año nuevo, la cual trajo para mí un exceso de vida social y me dije a mí mismo: “he trabajado duro desde septiembre a la fecha, así que merezco un poco de descanso y relajación en mi disciplina”.
Durante la cena, al igual que muchas personas, me fijé deseos para este año que comienza y los tengo grabados no solo mentalmente sino además por escrito y bien detallados.
Para acortar la historia te lo diré así:
Me he relajado tanto desde que comenzó el año hasta el fin de semana pasado que incluso comencé a levantarme un poco más tarde y a comer fuera de mis horarios y estándares.
Este fin de semana que pasó estuve en reflexión y me dije:
¿Qué quieres lograr con esto, Daniel? ¿Cuál es tu meta u objetivo al comportarte de esa manera?… ¿En qué lugar quedan los objetivos que tú mismo te trazaste?
Me confronté a mí mismo al hacerme estas preguntas y lo más fácil es ceder ante la comodidad. Es muy cómodo levantarte más tarde cuando “no tienes que levantarte temprano”, es cómodo comer lo que ya está hecho aunque no vaya con la imagen de comida saludable que tracé para mí, es cómodo decir que “las circunstancias” así se fueron presentando.
Es cómodo no hacer ejercicio a las 7am y dejar que “la vida” lleve mi camino por donde mejor tenga que ir.
Pero “la vida” es aquello para lo que tú mismo programas las cosas. Al no tomar causa sobre mis actividades y decisiones entonces quedo a merced de lo que sea que se me presente sin estar preparado.
Las metas, deseos o sueños están hechos para la persona indicada. Es decir, “tienes que ser la persona indicada” para que tu sueño haga un perfecto “click” contigo.
Difícilmente nombrarán astronauta a alguien que nunca se ejercitó, estudió y practicó lo que los astronautas hacen.
La vida te ayudará pero tienes que demostrar que eres la persona correcta para que esos deseos o sueños se manifiesten.
Por supuesto que puede ser complicado el comienzo de una nueva disciplina en su etapa inicial, pero más doloroso y complicado puede ser ver pasar este año y decir: ¡wow, de todo lo que me prometí no he cumplido con nada!
Este correo está dedicado a ser tu consciencia y también la mía. ¡Despierta, muévete! Tu sueño te busca y también te desea a ti; pero tienes que levantarte y reclamarlo. Mejor ahora que comienza el año que cuando vayamos a la mitad y te halles con prisa y desesperación por cumplirlo.
P.D. Estoy por terminar un entrenamiento para cumplir tus metas este 2016 y me gustaría que me apoyaras respondiendo únicamente a 2 sencillas preguntas para asegurarme que he cubierto con lo que a ti te serviría para poder lograrlas.
Puedes apoyarme a completar el entrenamiento haciendo clic aquí.