Un emprendedor tiene multitud de responsabilidades en su camino hacia el éxito. Los retos a los que debe enfrentarse un emprendedor desde la etapa de lanzamiento son incontables y hay que estar preparado para afrontarlos todos de la manera más efectiva posible.
Una de los rasgos que caracterizan a los emprendedores es que son personas muy polifacéticas, realizando multitud de tareas distintas de manera simultánea dentro de la empresa, especialmente en la fase de lanzamiento.
No obstante, con tanto volumen de trabajo, la planificación debe ser estricta para poder llegar a todas las tareas de manera eficaz y poder aumentar la productividad personal. Una de las técnicas más utilizadas por personas muy productivas es utilizar check-list o listas de tareas donde desglosar todo el trabajo pendiente de manera estructurada.
Consejos para hacer una lista de tareas y aumentar tu productividad
Aunque hacer una lista de tareas puede parecer fácil, la verdad es que la mayoría de personas las acaban abandonando al ver que no son capaces de seguir el ritmo deseado. Para poder sacar el mayor rendimiento posible debemos aplicar algunos consejos que nos ayuden a elaborar esta checklist de manera eficaz.
1. Ser realista
No sirve de nada planificar una lista de tareas si no vamos a ser capaces de cumplirla. Cuando elaboramos esta lista debemos tener en cuenta diversos factores como, por ejemplo, el tiempo que tardamos en pasar de una tarea a otra, o nuestros niveles de energía según el momento del día. Conociéndonos bien podemos ajustar los tiempos de manera más precisa y conseguir no caer en la procrastinación y la desmotivación al no cumplir con lo esperado.
2. Subdividir las tareas
Cuando se trata de una tarea con un gran volumen de trabajo y dedicación, la mejor opción es desglosarla en pequeñas acciones. Si subdividimos la tarea en varias podemos ir progresando poco a poco y sentir que avanzamos en nuestro trabajo. Si, por ejemplo, nuestro objetivo es publicar un e-book podemos desglosar el trabajo en diferentes tareas como preparar la descripción del proyecto, definir las partes que tendrá, buscar fuentes y documentación, buscar un maquetador etc…
Si trabajamos en equipo podemos asignar tareas concretas a miembros del equipo para agilizar el proceso. Herramientas como TribeScale nos permiten asignar tareas a miembros del equipo con fechas límite para asegurar su control y cumplimiento.
3. Asignar prioridades
Cuando no podemos delegar muchas tareas en alguien más, tendemos a perder el foco de lo que es realmente importante. No todas nuestras tareas son igual de significativas y relevantes, por tanto, destacar aquellas que son esenciales de solucionar es el primer paso.
Reconocer la prioridad de cada tarea es esencial. Para ello, podemos configurar nuestra lista mediante códigos de importancia, orden u otro método que nos ayude a localizar de manera visual las tareas que requieren atención inmediata. Herramientas como Trello nos permiten añadir etiquetas de color, que podemos aprovechar como códigos de importancia.
Muchas personas tienden a dejar para más tarde las tareas importantes ya que requieren más tiempo y concentración. No obstante, estas son las tareas a las que debemos prestar mayor atención y realizar cuanto antes. Si conseguimos subdividirlas podemos ir dedicándoles períodos de tiempo más pequeños que nos ayuden a descargarnos de trabajo.
El emprendedor debe conocerse a la perfección para poder sacar el máximo partido a su productividad. Una buena planificación será esencial para conseguir buenos resultados.
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