CURSO TITANICA EMPRENDIMIENTO CREATIVO
LECCIÓN 2: ¿Para qué emprender?
¿Qué propósito existe detrás de la mente emprendedora?
¿Para qué nos desgastamos pensando en un proyecto, si es más fácil seguir en nuestra zona de confort?
Cuando pensamos en emprender siempre hay un propósito un tanto difuso, que nos empuja pero que a la vez nos nubla la visión. Es una especie de ceguera emprendedora. Cuando tenemos una idea de negocio nos movemos por el “Querer” por esa necesidad de logro, por esa parte humana que nos motiva a movernos.
¿Qué ocurre en nosotros cuando emprendemos? ¿Qué pensamientos se desencadenan? A algunas personas les vienen pensamientos de satisfacción, a otros de miedo, a otros de incertidumbre. Lo que determina esas emociones es la CERTEZA que pongamos en nuestro emprendimiento, pues hay una verdad indiscutible detrás de todo emprendimiento. Si tú crees que vas a tener éxito, lo tendrás, igual que si no crees que lo vas a tener, no lo tendrás. El universo te dará múltiples oportunidades para que siempre tengas la razón.
Ese ¿Para Qué emprender? tiene diversas respuestas, sin embargo, debemos enfocarnos pues de ello dependerá en gran medida el éxito de nuestro emprendimiento. Debemos responder esa pregunta desde dos puntos de vista diametralmente opuestos pero que convergen en el éxito del proyecto.
- Desde la perspectiva mía, ¿para qué estoy emprendiendo?: puede ser que este emprendiendo para ser independiente, para tener una segunda fuente de ingreso, para satisfacer mi necesidad de logro, para aprovechar una oportunidad…pero, un escalón más profundo, para qué estoy emprendiendo? Para tener mejor calidad de vida, para poder tener tiempo, para estudiar lo que quiero, para obtener el dinero que necesito para comprar una casa, para hacer lo que me apasiona, para tener tiempo y dinero para hacer lo que me apasiona. ¿Y ese segundo para qué? Qué emociones despierta en mí? Me hace feliz, me pone nervios@, me da miedo, me genera incertidumbre, me pone en duda. Como ven, la pregunta es más profunda, más sutil, más interna. Solo cuando podamos llegar a este tercer nivel podremos tener una respuesta más certera del propósito que encierra mi emprendimiento para MI y del mayor o menor éxito que podría tener. Dependiendo de la emoción que despierte en mí, podré moldear mejor mi emprendimiento. Si tienes miedo…fracaso, Si estas feliz…éxito, el universo a tu disposición.
- Desde la perspectiva del cliente, ¿para qué estoy emprendiendo?: para cubrir una necesidad no cubierta, para presentar un nuevo producto o servicio en el mercado, para generar una nueva necesidad en los clientes…pero, he pensado en el bienestar de mi cliente? En que se beneficiará? Le mejorará la vida? Le servirá de algo? Y nuevamente…que emoción despierta esto en mi?
Cuando las dos preguntas convergen en las mismas emociones podemos estar más seguros del camino a seguir.
Si ambas preguntas me ponen feliz, puedes estar seguro que tu proyecto va por buen camino y que solo necesita el modelo de negocio adecuado.
Si por el contrario las dos emociones son de duda, de miedo, de incertidumbre…corre despavorido, abandona esa idea y sigue pensando.
Si la emoción tuya es “buena” y la del Cliente “no tanto” debes repensar el producto o servicio pues vas a tener problemas posteriores, tu cliente no estará satisfecho y deberás mejorarlo antes del inicio, no después.
Si la emoción tuya es “regular” y la del cliente es muy buena, entonces, sigue la intuición y abandona el proyecto. Pero como? Lo abandono? SI, en cualquier proyecto podrás arreglar el producto, el PyG, el modelo de negocio, cualquier cosa es susceptible de mejora, lo que jamás podrás solucionar o mejorar por el camino eres TU, si tu emoción no es correcta, no te metas en ese proyecto, Tu eres la pieza más importante del proyecto, tus emociones y como te sientas respecto a él son la clave para que todo funcione. Si tú no funcionas, nada funciona. Punto, así de sencillo.
Reflexión: Si tu producto no es del todo ético, pero funciona y tus clientes están felices y tus emociones están bien ¿aun así emprenderías?
Ejercicio: Con los posibles proyectos que escribiste en el ejercicio de la lección 1, pregúntate, desde tu perspectiva y desde la perspectiva del cliente ¿Para qué emprender?
Las emociones son un excelente indicador, pues están asociadas con la intuición, la premonición, la videncia, las señales, el sexto sentido.
Sigue las señales, atiende tu INTUICION, si te da mala espina… ya sabes qué hacer.
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Coach Mauricio Alonso
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INICIA MAYO 22
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