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Las pymes y la factura electrónica

La facturación electrónica está cada vez más extendida en las administraciones públicas.  Y cada vez lo estará más, porque sus bondades son muchas y los inconvenientes escasos. De hecho, en este último campo, realmente el único que se puede reportar es el desconocimiento. Si todavía la factura electrónica no está implementada de manera masiva es porque hay muchas personas, muchos autónomos, muchos propietarios de PYMES y responsables de ayuntamientos y diversas administraciones públicas, que sencillamente la desconocen. Quizás han oído hablar de ella, pero les suena extraño y les asusta.

El retraso en la implementación en la facturación electrónica es una lástima porque realmente su uso supone un ahorro importante de tiempo y de dinero, algo de lo que en estos tiempos que corren carecemos en gran medida.

La factura electrónica puede ser emitida desde cualquier dispositivo con internet, se puede enviar y recibir desde otros puntos del país, incluso del mundo, sin necesidad de pagar gastos de envío. Además, y no por dejarlo para el final es menos importante, el ahorro en papel al pasarnos al mundo 2.0 es francamente importante. Nos gastaremos menos dinero, como ya hemos dicho, y evitaremos (en la medida de lo posible) reducir la tala de árboles, lo que debería ser un objetivo principal para todas las administraciones.

Consideramos que los aquí presentados, aunque muy sucintamente, son argumentos lo suficientemente sólidos como para decantarse por la factura electrónica. Sin embargo, hay muchas personas que siguen sin atreverse a dar el paso, ¿por qué?

Sencillamente porque tienen miedo. Creen que no serán capaces de gestionarlo, están acostumbrados al papel y no quieren desprenderse de él. Bien, es un temor comprensible (lo desconocido asusta) pero no es argumento de peso. Y, de hecho, se puede solventar.

Ya que no tardando muchos años las administraciones públicas trabajarán casi exclusivamente con facturas electrónicas, deberían facilitarse (y publicitarse más, ya que los que existen no parecen suficientes) cursos para autónomos y PYMES en los que se ayudase a los participantes (tengan alguna idea o sean analfabetos tecnológicos) a familiarizarse con la facturación electrónica.

En cualquier caso, el cambio es inevitable. Cuanto más se tarde en prepararse para él en peor situación se estará. Además de perder dinero mientras se espera a cambiar. Por eso consideramos que cualquier autónomo, pymes, gran empresa, ayuntamiento… Debería pasarse ya a la factura electrónica. Nadie se arrepentirá por ello.

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