Las metas requieren tener un deseo profundo a fin de poderlas alcanzar, este concepto está claro pero es fácil confundirnos, muchas veces pensamos que tenemos un gran deseo, pero la forma en que actuamos nos dice que no tenemos la suficiente llama ardiente para cumplir la meta.
Cuando nos trazamos una meta, un gran factor de motivación es pensar en los resultados, hacerlo es algo muy positivo, pero también tenemos que pensar en el proceso, el precio que hay que pagar para tener una buena posición en algo, al observar el éxito en otra persona es fácil decir: ¡yo también quiero lograrlo!, para saber si nuestro deseo es ardiente debemos tener los siguientes requisitos:
- Pensamiento constante en la idea: Los deseos vagos se caracterizan por ser ideas fugaces, de momento, alguien observa un cuerpo atlético y dice ¡deseo tener un cuerpo así!, pero al pasar los días, esa idea se ha olvidado, entonces queda claro que esa persona no tiene un deseo ardiente respecto a la idea ¡deseo un cuerpo atlético!, es lógico que una meta que no está presente de forma constante en nuestra mente las posibilidades de alcanzarla son muy remotas, si usted desea algo entonces pensará día y noche en esa meta, se volverá casi una obsesión, eso ya un buen síntoma de deseo ardiente y es el primer paso para triunfar.
- Acciones consecuentes con el deseo: Esto es lo que marca la diferencia entre el éxito y fracaso, o con el hecho de alcanzar la meta, si usted está pensando de forma continua en su meta, entonces tendrá la motivación necesario para actuar, sentirá una enorme satisfacción por cada pequeño objetivo que vaya logrando, pasar de las ideas a las acciones no siempre resulta una tarea fácil, porque es una cuestión de hábito, pero aprendiendo a controlar la mente esto puede lograrse, muchos triunfadores le dirán que al inicio de sus proyectos no habían encontrado el verdadero sabor de meta, pero lograron convencer a la mente de ese propósito y así fueron avanzando de manera sólida, esto nos deja claro que siempre es necesario poner una dosis de fuerza de voluntad, en el libro EL SECRETO DEL PODER DE LAS METAS de Andrew Corentt se explican muchas técnicas efectivas para lograr una autosugestión poderosa, de esa forma podrá hacer una reprogramación mental eficiente, para controlar su tendencia a la pasividad, al leer este libro comprenderá la importancia del control mental, eso le permitirá lograr grandes metas, después podrá ver un mundo sin limitaciones.
- El espíritu de sacrificio: El espíritu de sacrificio es lo que permite subir escalones en nuestra ruta hacia el éxito, imagine que usted está saliendo a correr por las mañanas, deseo mejorar su resistencia y estado físico, su avance dependerá de una cuota de esfuerzo adicional que ponga día a día, si no lo hace, entonces solo estará manteniéndose, pero si cada día agrega 50 metros a su carrera entonces notará mejoras, para hacer ese trabajo extra hay que tener el espíritu de sacrificio porque esos 50 metros parecen poco, pero son los que están generando un nuevo estado, esto tiene que ser aplicado en todas sus metas, si se mantiene enfocado en el gran resultado y tiene la determinación para superar sus propios temores entonces llegará muy alto.
- Manténgase firme a pesar de las adversidades: El solo hecho de ser constante y exigirse un poco más cada día es difícil, pero es más complicado cuando surgen las adversidades, al ver grandes obstáculos entonces los ánimos pueden venirse al suelo, si su deseo es ardiente, esta será la prueba de fuego, las personas que tienen el suficiente valor para mantenerse a pesar de los obstáculos son los que triunfan, en el libro MODIFICANDO NUESTRO SISTEMA DE CREENCIAS PARA LOGAR EL ÉXITO de Steve Alpizar se explica la forma precisa en que ocurre el proceso de transformación personal, con todas las reacciones de la resistencia mental y las excusas más comunes que buscan sacarnos del camino, al leer este libro tendrá un panorama mucho más claro acerca de las instancias que tiene que vencer para ser un triunfador, cuando se comprenden esos aspectos y se sabe que todo es creado por nosotros mismos, entonces surge la oportunidad de un mayor autocontrol para sobreponerse a todo, es ahí cuando el poder actúa a nuestro favor.