Hay que reconocer que todo lo que rodea a las Inspecciones Técnicas de Vehículos está de rabiosa actualidad. Si bien la mayor parte de la culpa la tiene la imputación de un alto cargo en el turbio asunto de las ITV catalanas, otras cuestiones también afectan a un trámite tan cotidiano como polémico.
En efecto, la disparidad de precios y el hecho de que no exista un patrón de aplicabilidad riguroso en la demarcación de las faltas leves o graves están provocando que muchos usuarios prescindan de acudir a la línea de revisión cuando toca. Y esto puede poner en grave peligro no solamente a esos conductores, sino al resto de las personas que sí cumplen con la legalidad y que lo llevan todo al día.
Lo cierto es que se ha intentado enjugar, en la medida de lo posible, la incidencia negativa de las cuestiones que menos gustan a los usuarios con la puesta en marcha de algunos servicios muy prácticos, como por ejemplo la cita previa. En efecto, la existencia de páginas del estilo de itvtarragona permite conocer los datos de contacto de las estaciones ITV y poder así reservar un hueco para no tener que esperar las enormes colas que en algunos centros se producen. Esta cuestión nos parece muy bien pensada, pero siendo sinceros creemos que falta mucho criterio unificador para hacer de la Inspección Técnica un buen trámite que certifique el estado idóneo de nuestro coche en cualquier lugar.
Está claro que no se pueden producir agravios comparativos cuando tenemos que abonar el precio que establece cada Comunidad Autónoma. En estos casos se agradecería un poco más de sentido común, porque esta circunstancia puede provocar la migración de los conductores de un sitio a otro. Por descontado, aquellos centros que están situados más cerca de los límites provinciales pueden beneficiarse del asunto, pero otros muchos pueden verse perjudicados. Y no nos parece lógico el que se recurra a este tipo de competencia desleal por una falta de acuerdo entre regiones españolas.
Así que esperamos que todo esto pueda ser solventado, además cuanto antes mejor. Los usuarios de este trámite somos los que en última instancia sufrimos con la improvisación en las cuestiones que tocan a la revisión de los coches, y no se puede seguir incidiendo de tal manera en una situación que nadie desea. Los casi dos millones de vehículos que circulan sin pasar la Inspección Técnica lo hacen por una cuestión fundamental, que no es otra que la imposibilidad de pagar por la revisión. Así que un poco de sentido común en aquellos que tienen que decidir no vendría mal, la verdad…