La era del Social Media, dio enorme relevancia al poder de las relaciones y de aquellos capaces de influir sobre multitudes en el escenario digital (Influencers), además de posibilitar el nacimiento de profesiones como Community Manager, CoolHunter, Big Data Manager, entre otras. Sin embargo, todo cambio trae consigo uno que otro malestar, lunar, virus, etc; siendo para el caso que hoy nos compete, los Bots o cuentas falsas en Twitter, ese problema que se genera a partir del auge de las Redes Sociales, y que representa un negocio tan lucrativo, como dañino para lo que son los derechos de propiedad intelectual y el componente ético en el universo virtual.
Consistente en generar una serie de perfiles con cientos de miles de seguidores, y cobrar a las marcas o personas que deseen un re-tweet o favorito, robando, para ganar su popularidad, el producto intelectual de otros usuarios, que paradójicamente, cuentan con un número mucho menor de seguidores; además de colmar con cuentas falsas e inactivas sus perfiles; los bots resultan un total engaño para el usuario, dado que el impacto que puede generar la compra de miles de seguidores falsos, o re-tweets que no llegarán a potenciales clientes; es sino nula, sí muy baja.
Y consideramos este tema digno de mención, por el simple motivo de que usted como emprendedor, pueda llegarse a sentir tentado por la compra de algunos miles de seguidores a un precio asequible y termine siendo víctima de tan fraudulenta práctica, que lo afecta tanto a usted, como al dueño de los tweets que son robados; beneficiándose únicamente, quien recibe el dinero.
Así pues, amable lector, el ideal en Twitter es crear una comunidad con gente real, clientes potenciales y con quienes se genere una interacción generadora de valor; siendo para ello necesaria la disciplina, la paciencia y la emisión de buen contenido.