Hoy por hoy no hay consenso claro relacionado en a qué compone exactamente un establecimiento de Hotel Boutique, pero internacionalmente se está aceptando, que es una categoría “inventada” por Ian Schrager en los años 90, cuando su hotel New York Paramount se convirtió en lo máximo de elegancia en alojamiento.
Un alojamiento boutique es como el arte: Dificultoso de definir, pero se reconoce cuando se ve levantar un hotel boutique del siglo XXI y es mucho más complejo que crear uno de marca, convencional, que ya tiene patrones bien establecidos para satisfacer a un amplio espectro de huespedes. Un establecimiento boutique debe ofrecer una experiencia de alojamiento única en su tipo, con una personalidad individual. Antes del lanzamiento de Holiday Inn en los años 60 de la pasada centuria, virtualmente cada hotel era boutique, considerando la singularidad de su apariencia y el producto que ofrecía. Con la explosión de las marcas, los hoteles independientes comenzaron a desaparecer hasta su resurrección, a inicios de los 80, cuando varios emprendedores inventaron el concepto de marras.
Desde ese entonces, los hoteles boutique han prosperado y hoy en los Estados Unidos obtienen mejores resultados que los hoteles de marca y servicio completo en cuanto a niveles de ocupación (74,5% versus 72,9%), precio promedio diario (198,68 USD vs. 153,59 USD) e ingresos por habitación disponible (147,02 USD vs. 111,03 USD), de acuerdo con la edición 2006 de la publicación especializada Trends in the Hotel Industry, elaborada por la consultora PKF.
No se halla una definición exacta de qué es un hotel boutique, pero las siguientes características son comunes en las versiones actuales de este tipo de alojamiento:
- El tamaño es concluyente. La cantidad de habitaciones de los hoteles boutique oscila entre 20 y 150. La capacidad de ofrecer el servicio personalizado requerido por estos establecimientos se hace exponencialmente más difícil con más de 200 habitaciones.
- Categoría alta o superior. Es casi imposible ofrecer una experiencia boutique por debajo de las cuatro estrellas.
- La calidad de la comida también es determinante. Los alimentos y bebidas definen un hotel boutique. La mayoría de los hoteles de marca perciben el restaurante como un mal necesario, en tanto ven el hotel como un conjunto de habitaciones con un restaurante. Por el contrario, los hoteles boutique más exitosos son precisamente un buen restaurante con habitaciones para alojamiento.
- No para grupos grandes. Los hoteles boutique deben tener un limitado espacio para eventos. Cuando un establecimiento de este tipo depende del segmento de eventos en más del 10 o el 15% de su demanda semanal, el hotel comienza a perder su personalidad única. Tener 100 personas con credenciales sobre su pecho en el lobby rápidamente desviará a los clientes de otro tipo para los que está concebido.
- Envejeciendo y mejorando. Los hoteles boutique típicamente se establecen en edificaciones antiguas, únicas, que han sido reconvertidas de otro uso. Es decir, el edificio no debe haber sido construido expresamente para operar bajo ese concepto. Estas estructuras contribuyen a que el establecimiento emita una personalidad única.
- Decoración caprichosa o contemporánea, realizada por un diseñador reconocido. En este sentido es importante innovar, no imitar; lograr un diseño audaz y personalizado lo mismo en las áreas públicas que en las operativas; mantener la flexibilidad para ajustarse a las necesidades del mercado y del operador; así como procurar la óptima calidad de los artículos en contacto con el cliente.
- La ubicación no lo es todo. La ubicación de estos establecimientos no es tan importante como puede serlo para uno de marca. Hay huéspedes que se desvían hasta 50 millas para alojarse en un hotel boutique.
- Lobbies increíblemente reducidos. Los lobbies de los hoteles boutique generalmente son mucho más pequeños que los de los hoteles convencionales. Lo que hace la experiencia de los huéspedes mucho más íntima.
- Pero ingresos mayores. Los hoteles boutique bien administrados tendrán menores costos de operación y mayores márgenes de beneficios que los hoteles de marca. Por demás, la escala de este tipo de alojamiento facilita al propietario el control de los costos.
Los alojamientos boutique crean un punto de referencia para intereses compatibles y específicos. El punto de referencia es una combinación de diseño y servicio. Cuando el huésped llega a estos establecimientos se siente inmediatamente en casa y encuentra que el personal lo aprecia. Crear este punto de referencia es la clave que los diferencia y es esencial para su éxito. Una tendencia que ya está en la región y que en Colombia se puede disfrutar de hoteles en Medellín y hoteles en Cali entre otros.