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La salud 2.0

Muchas de las críticas que se lanzan sobre todo lo que envuelve al mundo de la salud 2.0, la esalud o como se llame, es la falta de investigaciones serias acerca de su efectividad. Es decir, ¿sirve de algo todo esto o sencillamente es un nuevo canal de comunicación y punto?

Para muchos, la mejora que implica el uso de internet como herramienta de comunicación es ya de por si un elemento suficiente como para seguir innovando y descubriendo nuevos usos. Pero, además de las evidentes mejoras en los procesos (ahorro económico, mayor productividad profesional), es necesario observar si existe algún beneficio en salud para el paciente y para la población en general.

Hoy no vamos a hablar de todos los estudios y revisiones existentes, pero vamos a recordar algunos de los más importantes. Tanto con su lectura como con la revisión de la bibliografía que inluyen, se puede aprender mucho de todo lo relacionado con la ehealth y el uso de las TIC en salud. Ah, y por supuesto os recomendamos la magnífica web de www.Salud.es

– «Systematic review: impact of health information technology on quality, efficiency, and costs of medical care». Revisión publicada en 2006 en Annals of Internal Medicine. Es llamativa su conclusión, que reconoce la existencia de varios estudios que demuestran la eficacia del uso de las TIC para mejorar la calidad y la eficiencia, pero alertando a la vez que nadie explica como conseguir dichas mejoras y tampoco explican el coste de su puesta en marcha.

– Un artículo clásico sobre este tema, publicado en PLOS en enero de 2011, es «The Impact of eHealth on the Quality and Safety of Health Care: A Systematic Overview». En este caso, la conclusión es bastante desesperanzadora: poca evidencia, poca robustez de los estudios existentes, etc. según se informa desde salud.es

Y una pregunta final para acabar: ¿se investiga mucho en España sobre ehealth? ¿Es útil el uso de internet para mejorar la salud del paciente? Para responder, tenemos una anécdota que hemos vivido en primera persona: en la convocatoria FIS 2011, un grupo de investigación en el que participamos, presentó un proyecto sobre el efecto de las comunidades virtuales de pacientes en el estado de salud de los mismos. El rechazo del FIS incluía un párrafo que nos dejó con la boca abierta:

«…dado el ritmo vertiginoso al que evoluciona la tecnología y las redes sociales, los resultados corren el riesgo de estar obsoletos desde el mismo momento de su elaboración, por lo que el riesgo de la propuesta es muy elevado».

En resumen: imposible investigar sobre el efecto de internet sobre la salud, que esto va muy rápido, y medirlo «es tontería». Pasa la vida, que cantaba Pata Negra…

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