«Muchas personas creen que piensan cuando en realidad sólo están reordenando sus prejuicios.» – William James
Siempre se nos ha enseñado que una buena formación intelectual es una excelente fuente de conocimiento y especialización. Y creo que en ello, estamos de acuerdo. Pero que ocurre cuando, por diversas circunstancias de la vida, nos toca afrontar momentos muy difíciles, donde se tiene que decidir entre avanzar o abandonar todo lo que vienes emprendiendo.
Seguro, en esos momentos, has citado frases como: “Voy a tirar la toalla” “El tiempo y el dinero que invertí lo voy a perder” “No veo resultados” “Creo que no nací para esto”… Y un sin fin de cuestionamientos que terminando bombardeando nuestra mente.
Amigo emprendedor, estas cosas son casi inevitables tenerlas en nuestro camino. Diría que son un requisito indispensable para escalar a un siguiente nivel. Pero entonces, qué hacer frente a esto…
Frente a estas situaciones, la formación intelectual queda a un lado. Aquí saldrá a relucir aquello que nunca encontrarás en ningún libro o curso de formación. Aquí, eres tú y tu problema.
Aquí entra a tallar mucho la formación interior, el discernimiento, el optimismo con que veas esas circunstancias y sobre todo la FUERZA INTERIOR con que afrontas esa realidad. Es en esos momentos, donde muchas veces el quebranto nos invade, el desahogo busca el consuelo y nuestra parte humana se deja descubrir…
Como te dije, esto no lo descubrirás en ninguna formación especial, ya que serás tu mism@ quien descubra esa dosis de solución en aquello que más adelante será tu fortaleza y la principal fuente de enseñanza para otros Emprendedores.
Que tengas excelentes días. Recuerda que así como el águila necesita entrar a una etapa evolutiva, tu yo necesitamos de estas experiencias para seguir avanzando.