El packaging en marketing, para quienes quizá no lo recuerdan, es el arte de hacer de un estímulo visual –suele ser siempre un envase o empque- algo tan fuerte como para atraer inmediatamente al consumidor y motivar la compra. Este concepto se ha convertido en algo sumamente importante, más, dentro de un mundo que exige de las empresas un factor diferenciador claro y que permita la identificación del cliente con el mismo.
Al hablar de Packaging siempre suele venir a nuestra mente la imagen del –también delicioso- Vodka Absolut, caracterizado siempre por el llamativo diseño inmerso en sus envases; de hecho, quienes se inician en la ingesta del Vodka Absolut, suelen hacerlo por la curiosidad que les genera su recipiente, clara evidencia de que el packaging sirve para que los clientes que ignoran al producto, se hagan con una idea y generen una expectativa a través de la visualización del empaque.
Absolut, consciente de ello, ha lanzado al mercado numerosos diseños de sus botellas, al punto de convertirlas en elementos para el coleccionismo, incluso, el famoso Andy Warhol, contribuyó al diseño de una de sus botellas.
Cuando la calidad, el precio, la cantidad, entre otros, no sean ya factores diferenciadores, usa algo tan sencillo como el packaging, de seguro te alegrarán los resultados de tal decisión.